La producción de cilantro enfrenta retos derivados de la sequía y las granizadas. Su precio por kilo ya alcanza hasta 141 pesos, mientras que un manojo se vende hasta en nueve pesos.

Los productores, quienes enfrentan el reto de cosechar sin agua y resguardarlo de las tormentas, no ven ningún beneficio por el aumento del precio.

De acuerdo con datos de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), aunque el precio por kilo se vende al consumidor final en más de 140 pesos, el agricultor apenas recibe 12.5 pesos por kilo.

En la Ciudad de México, el precio a la venta en la Central de Abasto, donde pequeños vendedores lo compran para su reventa en manojos o para negocios de comida, el precio promedio es de 100 pesos por kilo.

Dos de los principales productores de cilantro son Puebla y Baja California, que concentran cerca de 68 por ciento de la producción nacional.

En la región de Tehuacán la calidad del cilantro este año no es tan buena. El calor lo torna amarillo y lo marchita y los comerciantes deben escogerlo o evitar venderlo porque nadie lo compra y su precio continúa elevándose.

Los productores dicen que el precio ha tenido un incremento de 80 por ciento en los últimos días: de estar un rollo en 200 pesos pasó a 280 y hasta los 400 pesos dependiendo de la calidad. Lo mínimo que se vende a las personas son 10 pesos, pero ya es un manojo muy chico, explicaron los comerciantes.

Indicaron que de la noche a la mañana el cilantro traído de zonas como Magdalena Cuayucatepec y San Gabriel Chilac amanece amarillo.

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Foto: Especial

Ivg