Puebla, Pue.- Conforme al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el estado de Puebla, 148 municipios carecen de un Atlas de Riesgo, situación que pone en peligro a sus habitantes.

Los Atlas de Riesgos son instrumentos que sirven como base de conocimientos del territorio y de los peligros que pueden afectar a la población y a la infraestructura en el sitio, pero también son herramientas que permiten hacer una mejor planeación del desarrollo para contar con infraestructura más segura y de esta forma contribuir a la toma de decisiones para la reducción de riesgos de desastres.

De tal manera, solo 69 demarcaciones en la entidad cuentan con un sistema que permite identificar y prevenir los peligros a los que están expuestos como inundaciones, deslaves, sequías, tormentas eléctricas y temblores, por lo que en 148 municipios sus habitantes viven en la incertidumbre.

De acuerdo al INEGI algunas de las poblaciones que no tienen este plan de riesgo y los vuelve más vulnerable ante cualquier desastre son los siguientes: Ahuacatlán, Amixtlán, Ahuazotepec, Atempan, Ayotoxco, Chiconcuautla, Cuetzalan, Honey, Francisco Z. Mena, Cuyoaco, Huitzilan de Serdán, Jonotla, Jalpan, Olintla, Pantepec, Tlaxco, Venustiano Carranza, Zacapoaxtla.

Entre los lugares que sí cuentan con un Plan de Riego en la entidad son desde luego la capital Puebla, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Miguel Xoxtla, San Pedro Cholula, Tecamachalco, Tehuacán, Tetela de Ocampo, Teziutlán, Zacatlán, Chignahuapan, Cuautlancingo, Esperanza, Guadalupe Victoria, Huauchinango, Huehuetla, Huejotzingo y Nealtican.

En este rubro, desgraciadamente la cifra de municipios poblanos que cumplen con la realización de un Atlas es una de las 12 más bajas del país, junto con entidades como Aguascalientes, Chiapas, Durango, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí, Tabasco, Yucatán y Zacatecas.

Inegi detalla que esta situación es crítica al analizar el número total de servidores públicos que se desempeñan en el área de Protección Civil, quienes tienen la función de atender incidentes que ponen en riesgo a los municipios y sus habitantes.

En Puebla solo existe un trabajador en este rubro por cada 100 mil habitantes, lo que dificulta la atención en caso de presentarse un desastre natural. Los empleados de PC, la mayoría se dedica a funciones administrativas con un 46.7 por ciento; mientras que el 24.3% son bomberos y un 12.4%, se enfocan en tareas de búsqueda y rescate.

A esta situación se le debe agregar que solo el 3.7 por ciento de los municipios de Puebla cuentan con un fondo propio para la atención de emergencias y desastres (es decir, únicamente ocho localidades), por lo que se convierten dependientes del estado y federación para hacer frente a problemas como inundaciones, deslaves, sequías, tormentas eléctricas y temblores.

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