Puebla, Pue.- Se hace un llamado enérgico a las y los diputados locales de Puebla, en especial los emanados de la Cuarta Transformación, para que rechacen la solicitud presentada por el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado del Estado de Puebla (SOAPAP), para que a través de la concesionaria Agua de Puebla, las tarifas de suministro tengan incrementos que van del 4 al 7.6 por ciento en los polígonos donde se ofrece el abasto en el municipio de Puebla y zona conurbada, señaló el Partido del Trabajo.

Sería un grave error que las y los legisladores de Puebla aprueben este aumento lastimoso a la economía de las familias poblanas y más aún en estos tiempos donde una quinta oleada de contagios Covid azota a la entidad poblana.

El agua es un derecho constitucional, pero en Puebla desde su privatización cada vez se encarece más y la empresa Agua de Puebla actualmente tiene varios señalamientos en contra por ineficiencias en el servicio en colonias de la ciudad de Puebla, así como de los municipios de Amozoc, Cuautlancingo, Ocoyucan, San Andrés y San Pedro Cholula.

Sería lamentable que, de avalarse los aumentos, la empresa Agua de Puebla se coloque como la principal beneficiadora y justifique que serán para supuestamente realizar mejoras a la prestación, cuando desde el 26 de diciembre del año 2013 se comprometió a generar renovaciones, fecha cuando signó el convenio de concesión. Posteriormente el 15 de mayo del 2014, al recibir toda la infraestructura a cargo del SOAPAP, debió implementar proyectos integrales prometidos, que a la fecha no son notorios en los polígonos donde otorga el suministro, ya que solo se ha dedicado a perforar pozos profundos para alimentar los intereses de empresarios inmobiliarios.

Reitero mi llamado a las y los diputados para rechazar la solicitud del SOAPAP y que, en lugar de beneficiar intereses personales, defiendan, desde la tribuna, los colectivos de las familias poblanas, ya que hasta voces de exfuncionarios en la materia advierten que sería un “suicidio” levantar la mano para aprobar este golpe a la economía de los contribuyentes.

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