Canadá, Colombia y Estados Unidos fueron los únicos países que superaron el promedio de la OCDE de inversión pública como proporción del PIB.

Chile, Brasil y México quedaron por debajo del promedio, según los resultados del estudio Government at a Glance 2021 de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Entre los seis integrantes del club de las naciones más ricas del planeta en América, México se colocó al fondo de la tabla en el segmento de análisis, con un 1.3% de inversión pública como proporción del PIB.

La inversión pública tiene repercusión en los servicios públicos, el gasto en defensa, la salud y orden públicos, los asuntos económicos, la protección ambiental, la vivienda y los servicios comunitarios, recreación y cultura, educación y la seguridad social.

Una de las principales lecciones de la pandemia es que las administraciones públicas deberán reaccionar ante las crisis futuras con la celeridad y la escala requerida, sin comprometer la confianza ni la transparencia.

“En el futuro, tendremos que fomentar la recuperación económica y evitar el declive democrático”, dice Elsa Pilichowski, Directora de Gobernanza Pública de la OCDE. “El fortalecimiento de la democracia debe ser una de nuestras principales prioridades”.

Los países han adoptado miles de disposiciones de emergencia, a menudo mediante procedimientos de vía rápida. Por supuesto, es inevitable cierto alivio de los requisitos habituales en situaciones de emergencia.

Sin embargo, debe ser limitado en términos de duración y alcance, para no socavar la percepción de los ciudadanos sobre la competencia, apertura, transparencia y equidad de las autoridades públicas.

Los gobiernos deben redoblar sus esfuerzos en tres áreas para fomentar la confianza y la transparencia y fortalecer la democracia:

Es fundamental luchar contra la desinformación. Aunque la pandemia provocó un aumento de la confianza en la esfera pública en 2020, solo el 51% de los ciudadanos del área de la OCDE, de media en los países para los que se dispone de datos, confían en sus administraciones públicas.

 Es fundamental mejorar la representación y la participación de manera justa y transparente. Los gobiernos deben esforzarse por promover la inclusión y la diversidad y apoyar la representación de los jóvenes, las mujeres y otros grupos de población infrarrepresentados en la vida pública y en las consultas sobre políticas.

 El informe indica que perfeccionar las prácticas de consulta y asociación podría ayudar a fortalecer la transparencia y la confianza en las instituciones públicas

El fortalecimiento de la gobernanza debe ser una prioridad para enfrentar los desafíos globales y aprovechar las nuevas tecnologías. En 2018, solo la mitad de los países de la OCDE tenían una institución pública específica responsable de identificar crisis nuevas, imprevistas o complejas.

Para poder afrontar el futuro y preservar los cimientos de la democracia, las administraciones públicas deben estar preparadas para actuar con rapidez y en la escala requerida, sin comprometer la confianza y la transparencia.

Fotografía: tendencias

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