No es ninguna novedad decir que la actual pandemia del Covid-19 ha causado efectos que superan ampliamente el sector de la salud pública. Educación, trabajo, transporte, comercio, son solo algunos de los aspectos que sufrieron fuertes modificaciones con la llegada del virus. No obstante, luego de los contagios y víctimas fatales, la cuestión económica se destaca por ser una de las más afectadas y preocupantes de este período que ya supera su primer año.

En esa línea, según datos del Inegi (Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía), el año pasado la inversión en México cayó 18.3%. La verdad es que no se puede culpar de todo a la pandemia: a pesar de que los niveles de inversión en el país mostraron  ciertos avances en 2016 -con un crecimiento de apenas 0.9% anual-, la caída se viene registrando desde 2017 con resultados de -1.1%, con una leve mejoría en 2018 y una fuerte caída nuevamente en 2019, año en que se registró un retroceso de 4.6%. Los resultados arrojados para el 2020 reflejan la caída en inversiones más abrupta de los últimos 26 años, teniendo en cuenta la disminución del 35.9% registrada en 1995.

El mercado global ya ha hecho eco de estos resultados. Es que México quedó fuera, por segundo año consecutivo, del ranking de los 25 países más atractivos como destino para la Inversión Extranjera Directa, publicado por la consultora AT Kearney. Los aspectos más relevantes tenidos en cuenta por la consultora fueron el hecho del bajo crecimiento del país así como la vuelta atrás de la reforma energética que “en lugar de avanzar, esto lo único que refuerza es hacer más negativa la perspectiva de la atracción de inversión de un sector que es fundamental para la industria”, explicó Ricardo Haneine, director de la firma en México. También se destacaron la iniciativa en materia laboral sobre outsourcing, como la cancelación del nuevo Aeropuerto Internacional de México y la insistencia del gobierno federal en inversiones de bajo impacto económico.

Ahora bien, para aquellos que se preguntan cuáles son los tipos de inversiones financieras más atractivas durante estos períodos, es importante poner el ojo en los negocios y emprendimientos, principalmente los de base digital. De hecho, el área de venture capital o financiamiento para emprendimientos alcanzó cifras de inversión máximas durante 2020: las inversiones más importantes en startups superaron los 10 millones de dólares, esto es, cinco veces más que los valores máximos registrados en 2019 según la Asociación Mexicana de Capital Privado (AMEXCAP).

Al contrario de otros sectores o industrias, para la  directora de la Asociación, Liliana Reyes, el financiamiento para emprendedores es una industria en la cual, coyunturas como las provocadas por la pandemia, afectan en un menor grado. Esto se debe a que, cuando existen condiciones complejas, el venture capital se consolida y potencia atento a la existencia de problemas por resolver que generan áreas de oportunidad.

Fotografía Especial

clh