Puebla.- La falta de confianza y asertividad de los mandos policiales han desatado una rabia descontrolada entre la población, que frente a diversos delitos decide hacer justicia “por propia mano”, como ocurrió en Acatlán de Osorio, consideró el decano de Ciencias Sociales de la Upaep, Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, quien reprobó la falta de civilidad con la que se condujeron los pobladores de este municipio.

“El linchamiento refleja una falta de confianza hacia la autoridad pero también de civilidad. Yo puedo atrapar a un delincuente pero no necesariamente lincharlo sino entregarlo a las autoridades, pero la falta de confianza hacia las instituciones deriva en estos eventos”.

Sostuvo que ningún ilícito, incluso si se descubre a los responsables “con las manos en la masa”, justifica un linchamiento. Peor, cuando incluso la misma población no tiene la certeza de que los personajes señalados hayan incurrido en alguna falta.

“Actúan sin saber si se trata de un delincuente, pero suponiendo que lo sea, no podemos tomar justicia por propia mano. Bajo ninguna circunstancia es justificable un linchamiento, delincuente o no es una vida humana”, recalcó.

Sánchez de la Barquera consideró que, frente a estas situaciones, las autoridades están obligadas a mejorar la imagen que proyectan entre la población. También a incrementar el número de policías, pues de poco sirve inyectar recursos en su capacitación si no hay suficientes elementos para actuar.

Cuestionó la efectividad en la intervención de las policías estatales en estos municipios o la implementación de un mando único, pues explicó que los usos y costumbres de cada población tendrán un efecto en los resultados.

Incluso, en Amozoc y San Martín Texmelucan, donde la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) asumió el control de la seguridad, también se presentaron intentos de hace justicia por propia mano, aunque sus pretensiones fueron frustradas.

dp