Aunque las lluvias de las últimas semanas han traído un respiro a varias regiones del país, la crisis hídrica sigue sin resolverse por completo. De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), al corte más reciente, 625 municipios en México aún enfrentan distintos niveles de sequía, lo que representa una situación crítica para millones de personas.

El reporte indica que, si bien se han registrado mejoras en comparación con los meses previos, todavía hay zonas donde la falta de agua sigue afectando de manera directa la vida diaria. Estados del norte y centro del país encabezan la lista de las regiones más golpeadas por la escasez, afectando desde el riego de cultivos y la ganadería hasta el abasto para el consumo humano.

Los niveles de sequía van desde moderados hasta extremos, siendo estos últimos los más preocupantes, pues implican cuerpos de agua casi secos, suelos sin humedad y una presión cada vez mayor sobre las fuentes subterráneas.

Expertos consultados advierten que la situación no debe tomarse a la ligera. A pesar de que las lluvias recientes han permitido una leve recuperación en algunas presas y ríos, la recuperación completa podría tardar meses o incluso años, dependiendo de cómo se comporten las próximas temporadas de lluvia y de las acciones que se tomen en materia de gestión hídrica.

Además, comunidades rurales y urbanas por igual están siendo forzadas a modificar sus hábitos, ante la incertidumbre sobre el abasto. En algunas localidades, se han implementado programas de tandeo (distribución por horarios) y campañas de concientización para reducir el consumo diario.

Las autoridades han reiterado el llamado a hacer un uso responsable del agua, tanto en hogares como en sectores productivos. También se ha insistido en la necesidad de mantener e incluso fortalecer las políticas de prevención y captación de agua de lluvia.

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