WASHINGTON D.C. — En un esfuerzo por cimentar su posición como las mayores potencias económicas del mundo, Estados Unidos y la Unión Europea han anunciado la conclusión de un acuerdo comercial que redefine las reglas del juego en su relación bilateral. Este pacto, formalizado a través de una declaración conjunta, busca no solo reducir barreras, sino también revitalizar la producción industrial y las inversiones en ambos lados del Atlántico.

El acuerdo, enmarcado en un documento formal, establece una serie de compromisos que incluyen la imposición de una tasa arancelaria del 15 por ciento por parte de Estados Unidos a la mayoría de los productos provenientes de la Unión Europea. A cambio, la UE se compromete a eliminar los aranceles sobre bienes industriales y diversos productos agrícolas, con una reducción arancelaria recíproca por parte de Estados Unidos.

El documento también aborda aspectos clave del comercio actual, como las barreras no arancelarias, el comercio digital y las regulaciones ambientales.

Este pacto se produce tras una breve reunión en julio entre el presidente Donald Trump y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. En dicho encuentro, se anunció el amplio acuerdo comercial que evita la aplicación de un arancel del 30 por ciento que Trump había amenazado con imponer.

Antes de la administración actual, las relaciones comerciales entre Estados Unidos y la UE se caracterizaban por aranceles bajos, con un flujo anual de aproximadamente dos billones de dólares. Este nuevo acuerdo busca poner la relación comercial y de inversión "sobre una base sólida". Se prevé que para 2028, la UE realice compras de energía por 750 mil millones de dólares y atraiga 600 mil millones en inversiones. Juntas, ambas economías representan el 44 por ciento de la economía global.

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Foto: IA 

Djs