El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves un decreto que establece un aumento de aranceles para más de 60 países con los que, según su gobierno, mantiene un déficit comercial considerable. Aunque el anuncio original se dio a conocer en abril, las nuevas tarifas entrarán en vigor el 7 de agosto, con el argumento de dar tiempo a las aduanas para adaptarse.

Las medidas incluyen recargos que van del 10 % al 41 %, siendo Siria el país más afectado con el porcentaje más alto. En la lista también figuran socios relevantes como la Unión Europea, Japón y Corea del Sur, quienes enfrentarán tarifas del 15 %. En América Latina, países como Costa Rica, Bolivia y Ecuador verán aumentos de hasta 15 %, mientras que Venezuela y Nicaragua mantendrán los niveles previamente establecidos en abril (15 % y 18 %, respectivamente).

Uno de los movimientos más fuertes dentro del paquete de medidas es el incremento del 25 % al 35 % de los aranceles a productos canadienses que no estén cubiertos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Washington justificó esta decisión señalando que Canadá ha mostrado poca cooperación en frenar el tráfico de fentanilo y otras sustancias ilícitas, vinculando incluso la presencia de laboratorios clandestinos con cárteles mexicanos que ahora, según autoridades estadounidenses, también operan en territorio canadiense.

En contraste, México logró una prórroga de 90 días antes de que se le apliquen medidas similares. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, informó que sostuvo una llamada con Trump en la que se acordó un periodo de negociación para construir un acuerdo comercial más estable y evitar decisiones unilaterales. Aunque no se dieron detalles concretos, la prórroga parece dar un respiro a las cadenas de suministro que conectan ambos países.

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