Un punto clave en este acuerdo es que México se comprometió a eliminar diversas barreras no arancelarias que afectan las exportaciones estadounidenses. Entre estas se incluyen restricciones como cupos de importación, licencias especiales, regulaciones sanitarias y técnicas que resultan excesivas, así como obstáculos logísticos que entorpecen el flujo comercial. Aunque no se detallaron todos los sectores implicados, estas medidas buscan facilitar un comercio más fluido y justo entre ambos países.

 

El periodo de gracia de tres meses será aprovechado para que ambos gobiernos negocien un pacto comercial de largo plazo. Según Sheinbaum, la intención es avanzar hacia un entendimiento más sólido dentro del marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), evitando recurrir a medidas unilaterales que puedan afectar la relación bilateral.

 

Por su parte, Donald Trump calificó la llamada como “exitosa” y señaló que la cooperación entre ambos gobiernos está en aumento, aunque no especificó qué aspectos están siendo atendidos de manera conjunta.

 

 

 

 

foto ilustrativa

xmh