A unos días de que inundaciones masivas azotaron la localidad de Kerrville en Texas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por fin decidió visitar el lugar para evaluar las afectaciones causadas por los fenómenos meteorológicos, y que dejaron como saldo a 121 personas muertas y 170 desaparecidos.

Pese a que los legisladores texanos están siendo atacados por la propia población, ante su apoyo por los dichos del mandatario, quien inicialmente considero que los medios estaban “exagerando” lo que estaba ocurriendo el mandatario llegó al lugar acompañado de su esposa, para reunirse con funcionarios locales.

Se espera que el jefe del Ejecutivo sostenga un encuentro con el personal de emergencias texano y sobrevivientes de la catástrofe, previo a realizar un recorrido aéreo por la región del Río Guadalupe, la cual se vio gravemente afectada por las inundaciones y que ocasiono la súbita muerte de múltiples personas.

“Es horrible, horrible. Nadie en el país puede creer que tanta agua haya ido tan rápido sin que se rompa la presa… Por eso estaremos allí con algunas de las familias más queridas y otros funcionarios, así como el gobernador. Juntos vamos a ayudar a las personas”, declaró previo a abordar el helicóptero Marine One.

Cabe señalar que de acuerdo a un informe publicado por el “New York Times”, revelo que, ante los recortes masivos de presupuesto legislados por el republicano, la financiación para un sistema de alerta de inundaciones de emergencia le fue negado a este condado, lo cual llevo a que no se tomarán precauciones.

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Foto: CNN

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