Washington D.C., E.U. — La discusión sobre el polémico impuesto a las remesas continúa encendida en el Senado de Estados Unidos, donde una nueva versión de la propuesta impulsada por el Partido Republicano plantea reducir el gravamen al 1%, lejos del 5% ya aprobado por la Cámara de Representantes.

Esta reducción busca generar consenso en el Congreso, pero aún no está claro si contará con los votos necesarios para avanzar. El proyecto forma parte de una ambiciosa propuesta legislativa en materia de impuestos, defensa, migración y energía, respaldada por el expresidente Donald Trump, quien ha urgido su aprobación antes del próximo 4 de julio, fecha simbólica por la conmemoración del Día de la Independencia en EE.UU.

¿Qué incluye esta propuesta?

El plan establece que el impuesto se aplicaría solo a los envíos de remesas realizados en efectivo o mediante instrumentos físicos, como:

• Money orders
• Cheques de caja
• Instrumentos similares no bancarios

Esto significa que las transferencias hechas a través de cuentas bancarias o tarjetas de débito y crédito estadounidenses estarían exentas del nuevo impuesto. El gravamen sería cubierto por la persona que envía el dinero, no por quien lo recibe.

De acuerdo con el borrador legislativo, la medida entraría en vigor el 31 de diciembre de 2025, en caso de ser aprobada por ambas cámaras del Congreso y promulgada por la administración en funciones.

Reacciones desde México

Desde México, la iniciativa ha generado preocupación tanto en el gobierno como en sectores económicos. El Banco de México (Banxico) y la presidenta Claudia Sheinbaum han expresado su rechazo, argumentando que las remesas ya están sujetas a regulación e impuestos dentro del sistema financiero mexicano.

Ambos han calificado el plan republicano como un intento de doble tributación que afectaría directamente a millones de migrantes mexicanos que viven y trabajan en Estados Unidos.

Esta propuesta se suma a una serie de medidas de carácter restrictivo impulsadas por los republicanos en materia de migración y gasto público. Para el expresidente Trump, la reforma representa un esfuerzo por “recaudar recursos sin aumentar impuestos internos”, aunque diversos sectores la ven como un intento de presionar a comunidades migrantes, particularmente en estados clave rumbo a las elecciones de 2026.

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foto cortesía 

xmh