El dragón azul es uno de los reptiles más sorprendentes de México, se trata de un pequeño lagarto que pertenece al género Abronia y habita en bosques húmedos de la Sierra Madre Oriental.

También se le conoce como “Dragoncito azul”, se desliza entre los árboles gracias a su cola prensil.

Es una especie en peligro, cuya belleza ha sido su mayor amenaza. La presencia del dragón azul convierte a estos destinos poblanos en lugares únicos para los amantes de la naturaleza y el ecoturismo.

En una especie nativa de México y se le ha registrado en zonas montañosas y boscosas de Puebla y Veracruz, en particular se le ha visto en municipios como Huauchinango, Xicotepec de Juárez y Zacatlán

Estas localidades ofrecen el hábitat ideal: bosques húmedos con árboles altos, donde este reptil puede trepar y alimentarse gracias a su dieta especializada.

La mayoría de los ejemplares son de color verde, algunos como el dragón azul tienen tonalidades turquesa, esto por los alimentos que consumen.

Desde 2007, el dragoncito azul figura como una especie amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Entre los principales peligros que enfrenta están la caza furtiva, la pérdida de hábitat y el comercio ilegal de especies exóticas.

Se tiene la creencia de que, por sus colores, son venenosos, sin embargo, expertos del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) desmienten este mito y hacen un llamado a no adquirirlos como mascotas. En cautiverio, pierden sus vibrantes colores y es común que no sobrevivan mucho tiempo.

Entre 2005 y 2017, autoridades y biólogos lograron recuperar casi un centenar de ejemplares, algunos incluso en aeropuertos internacionales como el de Alemania, lo que evidencia el tráfico ilegal del que son víctimas.

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Foto Archivo

LMR