• Economía

Pemex debe más de 7 mil millones a constructoras, alertan empresarios

  • Xóchitl Montero
De las 179 constructoras que reportaron retrasos, Pemex ha empezado a saldar alrededor de 300 millones de pesos, pero eso apenas rasca la superficie del problema

La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) anunció que Petróleos Mexicanos (Pemex) arrastra adeudos con las constructoras por un monto que ronda los 7 mil millones de pesos. La cifra, según Luis Méndez Jaled, presidente del organismo, es estimativa: gran parte de esa deuda no está registrada oficialmente ni facturada, pues muchas empresas prefieren guardar silencio para no alejarse de futuros contratos. Sólo entre los agremiados que sí ya informaron su situación, el montó supera los 3 mil millones.

Parte del dinero adeudado data de más de ocho meses atrás y ya está provocando tensiones. En Oaxaca y Veracruz, especialmente en el Istmo y la zona de Coatzacoalcos–Salina Cruz, decenas de empresas constructoras han denunciado que debido a la falta de pago enfrentan problemas de liquidez, despidos y, en algunos casos, el riesgo de cerrar operaciones.

De las 179 constructoras que reportaron retrasos, Pemex ha empezado a saldar alrededor de 300 millones de pesos, pero eso apenas rasca la superficie del problema.

¿Qué está en riesgo?

  • Micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes): muchas ya operan al borde de la quiebra por la falta de flujo.
  • Trabajadores: se han documentado manifestaciones con riesgo de paro en Minatitlán, Cosoleacaque, Coatzacoalcos y Salina Cruz, donde se estima que al menos 700 empleos están en peligro.
  • Proyectos clave: la ejecución de obras de infraestructura petrolera y energética podría detenerse si no se garantizan los pagos.

¿Por qué ocurre?

  1. Deuda acumulada sin factura: muchas empresas no presentan documentación completa para evitar caer fuera de futuras licitaciones, lo que hace que la deuda oficial sea difusa.
  2. Crisis de liquidez de Pemex: reducción de producción de petróleo (-11 % en el primer trimestre de 2025) y pérdidas históricas superiores a 43 mil millones de pesos, que limitan su capacidad de pago.
  3. Política de austeridad interna: Pemex ha congelado o reprogramado contratos en áreas clave como plataformas marinas, como parte de una estrategia para contener el gasto.

¿Qué están pidiendo?

La CMIC ha hecho un llamado a la dirección de Pemex y a la Secretaría de Energía para abrir diálogo, ofrecer transparencia y diseñar planes concretos de pago, con esquemas que incluyan tiempos bien definidos y la priorización de adeudos con mipymes.

Inclusive, ha alertado a la Presidencia para que intervenga en los casos más urgentes del sur del país, donde ya hay movilizaciones sociales y riesgo real de impacto en la generación de energía y empleo en la región.

Un panorama nacional y regional

A nivel macro, proveedores de servicios petroleros (como Halliburton, Baker Hughes y SLB) también exigen un pago inmediato ante el riesgo de tener que parar labores a partir de julio de 2025, por adeudos que suman cerca de 20 mil millones de dólares, además de la deuda financiera que supera los 101 mil millones USD.
En medios económicos señalan que, en su conjunto, la deuda con contratistas y proveedores podría oscilar entre 500 mil millones a 600 mil millones de pesos.

Propuesta de acción

  1. Plan de pagos escalonado: con transparencia y priorización a pequeñas y medianas empresas.
  2. Liberación de facturas pendientes, especialmente las generadas desde 2023.
  3. Supervisión externa: participación de la Secretaría de Energía o Contraloría para acelerar procesos.
  4. Monitoreo regional: atención especial a las zonas más afectadas como Veracruz, Oaxaca y Campeche.

¿Por qué esto importa?

La estabilidad financiera de Pemex está directamente ligada al desempeño de cientos de firmas locales y al empleo de miles de trabajadores. Un rompimiento en esta cadena no sólo pone en riesgo a las empresas, sino también a proyectos estratégicos para el país como el Istmo y la refinería Ojéford.

Pemex requiere equilibrar urgencias financieras sin socavar a sus contratistas, especialmente las mipymes que sostienen la mano de obra local. De no actuarse pronto, la crisis amenazaría la continuidad operativa en zonas clave y aumentaría la presión social y económica en comunidades petroleras.

 

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Foto cortesía

xmh

 

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