Desde hace mucho tiempo se tiene la creencia de que darles leche a los gatos es benéfico para su salud, sin embargo, hay investigaciones que muestran que después de la etapa inicial, la leche ya no es tan necesaria para los felinos, pues podría ocasionarles problemas de salud.

Si bien, cada ejemplar es diferente, aproximadamente entre sus primeras 6 y 12 semanas de edad, los michis ya no producen la enzima lactasa, ella es vital para que puedan asimilar la lactosa de la leche, así refiere un artículo en The Conversation.

Diarrea crónica, deshidratación, desequilibrio electrolítico y malnutrición, son algunas complicaciones a las que podrían enfrentarse los gatos que consumen leche.

Cuando un “minino” no puede digerir bien la lactosa (el azúcar que tiene la leche), esta pasa por el intestino sin descomponerse. Al llegar al colon, las bacterias que viven ahí la fermentan, y eso genera ácidos y gases.

Gases, hinchazón, estreñimiento, dolor de panza, e incluso náuseas o vómito, son los síntomas que provoca esa fermentación, como consecuencia de que el cuerpo no puede absorber la lactosa de forma normal, y al quedarse en el sistema, causa estos efectos secundarios.

De acuerdo con un artículo de la UNAM estos son algunos de los alimentos que pueden comer los mininos, además de las croquetas:

Pescado fresco

Papas cocidas

Zanahoria

Sandía

Melón

Pera

Fresas

Melocotones

Mango

La carne es un componente esencial de su alimentación los gatos, siempre cuidando que el alimento cumpla con los mejores métodos de seguridad y ante cualquier duda, se debe consultar a un veterinario.

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