Autoridades sanitarias de Nuevo León confirmaron un brote de influenza aviar AH7N3 en una granja comercial ubicada en el municipio de Marín. Aunque no se han reportado casos en humanos, se han activado los protocolos de vigilancia epidemiológica para monitorear posibles riesgos.

La Secretaría de Salud estatal ha iniciado pruebas en el personal de la unidad productora y mantiene comunicación constante con los directivos para implementar medidas preventivas. Hasta el momento, no se han identificado contagios humanos relacionados con este brote.

Por su parte, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER) ha puesto en marcha acciones para contener la propagación del virus en aves y asegurar que no haya afectaciones en la cadena alimentaria. Las autoridades recalcaron que, si bien el brote está contenido en el sector avícola, se mantienen activos los protocolos de prevención sanitaria.

Las autoridades han exhortado a la población a mantenerse informada únicamente a través de canales oficiales y evitar la propagación de rumores. También hicieron un llamado a la tranquilidad, reiterando que se encuentran en monitoreo constante para proteger la salud pública.

El virus AH7N3 pertenece al grupo de influenzas aviares que pueden afectar a aves de corral y, en casos excepcionales, a seres humanos. Este subtipo es considerado de baja a moderada patogenicidad en humanos, pero puede representar un riesgo si no se controla adecuadamente su transmisión entre aves.

Se recomienda a la población evitar el contacto con aves enfermas o muertas, reportar cualquier hallazgo a las autoridades sanitarias locales y seguir las recomendaciones de higiene y bioseguridad, como el lavado frecuente de manos y el manejo seguro de alimentos.

Las dependencias involucradas continúan monitoreando la situación y proporcionarán actualizaciones oficiales conforme se disponga de nueva información.

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foto cortesía 

xmh