Puebla, Pue.- Mi nombre es Fernanda León Motta, contraje matrimonio con Israel N, quien, desde el día que me casé, octubre de 2022, se volvió mi agresor, dice la afectada a través de su testimonio que hizo público.

Cada día fue peor que el anterior comenzando por insultos de su familia “Estas pendeja” “No sirves para nada “, “es una mala madre”, “Si no te cocina no sirve”, “Mejor quédate con la empleada y a ella córrela de la casa”.

Y así fue aumentando cada vez más la violencia, poniéndome un rastreador en el automóvil, cámaras que me vigilaran todo el tiempo, indicaciones de reportarle cuando llegaba y cuando salía.

El 1 de diciembre de 2024 se llevó a mi hijo, se lo entregó a sus padres y por mi llanto y gritos de desesperación de ver cómo se lo llevaba, me golpeó.

Azotó mi cabeza contra el piso mientras me gritaba “ahora si te voy a partir tu madre pendeja! CÁLLATE!”.

Un esguince en el cuello, rotación de cadera, múltiples moretones, mechones de cabello en el suelo y el rapto de mi hijo.

Levanté la denuncia ante la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia de Género contra las Mujeres en San Andrés Cholula, pero se quedó en eso, la autoridad no le dio seguimiento. Mi agresor continúa libre y tuve que rogarle y suplicar a mi agresor para poder volver a ver a mi bebé de entonces 11 meses.

Israel N cuenta con diversas armas de fuego de alto calibre con las que en múltiples ocasiones me amenazó de muerte.

El día 09 de enero del presente año la jueza Karen Moreno Valle Ponce, del juzgado oral familiar de Cholula, me concedió audiencia, y quien, con base en las pruebas presentadas, me otorgó la guardia y custodia provisional de mi hijo de 1 año, la manutención para el menor, de la cual hasta el día de hoy no he recibido un solo peso, y la orden de restricción para mi agresor Israel N así como su familia Martha N Israel N Azuany N y Santiago N.

El juez segundo de lo familiar, Rogelio Pérez Sánchez instruyó el depósito de mi persona y mi bebé en la casa en la que vivíamos como familia por lo que, por orden del juez, elementos de la fuerza pública retiraron a mi agresor del domicilio en que vivíamos, mientras eso ocurría, Israel N. amenazó a los policías y a mi madre: “se van a arrepentir, “van a saber quién soy”.

El 06 de febrero de este año, cuando circulaba en el vehículo familiar, fui detenida con mi hijo, por una patrulla de la policía estatal, que ya me esperaba fuera del fraccionamiento con la “indicación” de retirarme la camioneta y de presentarme directamente al penal por supuesto “robo del automóvil” esto sin ninguna orden judicial.

Y así llegamos al día de ayer 07 de marzo, a tan solo unas horas de conmemorar el día internacional de la mujer, mi bebé y yo fuimos desalojados de nuestra casa, por orden del juez Jaime Arroyo Razo: con nuestras cosas en bolsas de basura, sin poder sacar la cuna de mi hijo y a pesar de que ese domicilio había sido indicado por el juez Rogelio Pérez Sánchez para vivir con el menor.

Al juez Jaime Arroyo Razo no le importó y nos dejó en la calle. Durante el desalojo hubo agresiones, acciones ilegales e incluso Azuany N y Santiago N rompieron la orden de restricción, entrando al domicilio mientras mi hijo y yo aún estábamos ahí.

Le suplico al gobernador del estado, Alejandro Armenta, que no le permita a mi agresor se salga con la suya , que desde su privilegio económico no siga amedrentándome e intentando comprar a los jueces, ya que los procesos que sigo se han visto plagados de inconsistencias.

Al gobernador Alejandro Armenta le suplico que nos proteja a mi hijo y a mí, que no siga permitiendo estos atropellos y un posible feminicidio.

Hago responsable a Israel N y a toda su familia de lo que pueda sucedernos a mi hijo, a mí y a mi familia.

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Foto Especial

clh