Puebla, Pue. - En medio de las crecientes preocupaciones sobre el estado del transporte público en Puebla, el Congreso local está trabajando en una propuesta que podría beneficiar a los transportistas, especialmente aquellos cuyas unidades están cerca de superar la antigüedad permitida por la ley.

Según la legislación actual, los vehículos destinados al transporte público no pueden tener más de 10 años de antigüedad, mientras que los taxis tienen un límite de 7 años. Sin embargo, este límite podría ser extendido como parte de un esfuerzo para evitar el colapso del servicio en la entidad.

José Luis García Parra, coordinador del Gabinete estatal, informó que el Gobierno de Puebla y el Poder Legislativo están colaborando en la creación de nuevas regulaciones que permitan mantener en circulación las unidades que, de acuerdo con la ley vigente, quedarían fuera del servicio.

Esto busca prevenir una situación crítica, ya que un gran número de unidades del transporte público están cerca de superar los límites establecidos por la normativa.

Revisión vehicular para evaluar las condiciones del transporte

García Parra explicó que, para mejorar la calidad del servicio, en marzo comenzará la revista vehicular de las unidades de transporte público, un proceso en el que se evaluarán las condiciones de los vehículos que actualmente circulan en la entidad.

Sin embargo, la propuesta legislativa sugiere que se amplíe la vigencia de las unidades, permitiendo que continúen operando por más tiempo, mientras cumplen con ciertos requisitos de mantenimiento y seguridad.

"Si cumplimos en este momento con lo que manda la ley, dejaríamos fuera a un porcentaje muy alto de las unidades que están circulando, lo que colapsaría el servicio", señaló García Parra, quien destacó la importancia de garantizar la continuidad del servicio sin afectar la movilidad de los ciudadanos.

El impacto en la movilidad y la economía local

El transporte público en Puebla ha sido uno de los temas más debatidos en los últimos años debido a la creciente demanda y al deterioro de las unidades en circulación.

En muchas ocasiones, los usuarios han expresado su inconformidad por el mal estado de los vehículos, lo que ha generado una presión constante sobre las autoridades para mejorar tanto la calidad del servicio como las condiciones laborales de los transportistas.

Una ampliación de la antigüedad de las unidades podría ser vista como una solución a corto plazo para evitar un parón en el servicio, pero también abre el debate sobre la necesidad de invertir en una renovación real del parque vehicular y mejorar las condiciones de las unidades en circulación.

Aunque el Gobierno del estado se ha comprometido a garantizar que las unidades en funcionamiento sean seguras y estén en buenas condiciones, muchos sectores señalan que las medidas deben ser más ambiciosas y no solo una respuesta reactiva a la falta de vehículos aptos para operar.

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Foto cortesía

xmh