El fenómeno meteorológico conocido como La Niña ha hecho su aparición en el Océano Pacífico ecuatorial, lo que promete tener un impacto significativo en las condiciones climáticas de México durante los próximos meses. Así lo indicó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) el pasado 10 de enero, al confirmar su presencia en la región.

José Martín Cortés, meteorólogo, explicó que este fenómeno podría alterar de manera drástica tanto las temperaturas extremas como los patrones de precipitación en el país. Durante el invierno, se prevé que las temperaturas fluctuantes sean más notorias. Por un lado, los días de calor en pleno invierno podrían hacerse más frecuentes, mientras que los días fríos, aunque más escasos, podrían alcanzar niveles de intensidad notoria, generando un contraste de climas extremos.

Este fenómeno también traerá consigo efectos a largo plazo, como la posibilidad de una primavera más lluviosa de lo habitual, aunque la sequía, que en años recientes ha golpeado al territorio mexicano, continuará extendiéndose por ciertas regiones. La primavera de 2025 podría estar marcada por sequías intensas, aunque se espera que no lleguen a los niveles extremos de los últimos años.

En cuanto a los registros históricos, La Niña ha tenido efectos variables en México. Mientras que entre 2020 y 2022 provocó sequías y temperaturas extremadamente frías, otros episodios, como los de 2017 y 2018, estuvieron más relacionados con olas de frío intensas que incluyeron nevadas y heladas en varias partes del país. Sin embargo, los fenómenos más extremos de sequía, como el vivido entre 2011 y 2012, aún permanecen como los más recordados por su impacto devastador en los recursos hídricos de México.

El nombre de "La Niña" proviene de la contraposición con "El Niño", otro fenómeno meteorológico que afecta al clima mundial. Según la investigadora de la UNAM, Christian Domínguez Sarmiento, las aguas frías del Pacífico frente a Perú suelen ser ricas en nutrientes. Sin embargo, en ocasiones, la temperatura del mar aumenta más de lo normal, lo que originó el nombre de "El Niño". Al observar que su opuesto, el enfriamiento del océano, también ocurría con regularidad, se le dio el nombre de "La Niña", en referencia al fenómeno contrario.

Con La Niña establecida en el Pacífico, el pronóstico para México se caracteriza por temperaturas extremas y patrones de precipitación erráticos. Las sequías prolongadas, especialmente en el norte y el centro del país, se combinarán con olas de calor en invierno y posibles episodios de frío más intensos, aunque menos frecuentes. Las autoridades meteorológicas seguirán de cerca este fenómeno, pero es claro que el cambio climático, aunque mencionado por algunos, no parece tener un impacto directo en la intensidad o duración de estos ciclos.

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foto cortesía 

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