• Economía

El futuro oscuro de 2025

  • Municipios Puebla
La clara desaceleración de 2024 continuará en el año por comenzar, e incluso puede transformarse en una contracción

Un México sin democracia y de vuelta con un régimen autoritario será la realidad de 2025. Un país en que la economía crecerá poco si hay suerte o caerá en una recesión en caso contrario, en que la inseguridad seguirá campeando sin consecuencias, en que se han normalizado la muerte y la extorsión, ambas muchas veces de la mano. En que el gobierno sigue claudicando mientras que avanza el Estado fallido. Una administración que se regodea en destruir instituciones y organismos autónomos, garantizando la opacidad, discrecionalidad e impunidad.

“La democracia muere en la oscuridad” establece el lema del diario Washington Post. México es un ejemplo extraordinario de ello, de un gobierno emanado del voto popular que se encarga de destruir los límites y contrapesos a su poder al tiempo que apagó la luz democrática. La soberbia de quien sabe que todo le está permitido y que puede ignorar o burlarse de sus contrincantes. Un gobierno que ahora ve regímenes hermanos, porque ahora lo son, en Venezuela y Cuba.

Claudia Sheinbaum no ha decepcionado a quienes esperaban de ella una continuación de lo peor del régimen que le precedió y del que fue parte y cómplice. Para aquellos que contemplaron con cierta esperanza su género y formación, la primera mujer científica en llegar a la Presidencia de la República, estos tres meses han sido suficientes para constatar su ingenuidad. La presidenta, ya se sabe que con “a”, no ha dejado de mostrar su subordinación a la única persona a la que llama presidente. Ahora dedica una parte de su tiempo, acaba de informar, en escribir un libro sobre ese periodo de transición en que, como candidata ganadora y presidenta electa, el licenciado la trajo como apéndice por todo el país. No oculta su mansedumbre, sino que la presumirá por escrito.

Sheinbaum ha sido la principal enterradora de sí misma. Ocupa la elegante oficina de Palacio Nacional y se apersona (fiel al estilo que le dictó el tabasqueño) en las mañaneras, pero no tiene el verdadero poder. No tuvo el valor de transformar los votos por su persona en legitimidad y fuerza. Obedeció los dictados de López Obrador y lo sigue haciendo, el mejor ejemplo de ello, el llamado Plan C, el instrumento para dinamitar la democracia mexicana y reinstaurar el autoritarismo del priato, esta vez como morenato, todo mezclado con un maximato discreto, pero que a nadie engaña. El retroceso al pasado ha sido tan veloz como eficiente.

Los sueños de Sheinbaum para el país se esfuman gracias a sus propias acciones. Un ejemplo de ello será el nearshoring, esas empresas que la doctora esperaba que vieran a México como un destino ideal para reubicar su producción. Una de las principales ideas económicas de su campaña ha quedado en la nada gracias a la destrucción institucional que solo tiene una certeza: el retroceso del Estado de derecho. Muchas inversiones que habrían llegado a tierras nacionales buscan alternativas en otros horizontes más promisorios.

Sin inversión no es posible esperar un mayor crecimiento económico, y de ahí que la clara desaceleración de 2024 continuará en el año por comenzar, e incluso puede transformarse en una contracción. Sin crecimiento no pueden esperarse más y mejores empleos, por lo que tampoco puede haber un aumento en los salarios. La presidenta puede seguir soñando en que puede subir los ingresos por decreto, como lo acaba de hacer con el salario mínimo, pero la realidad que al parecer no entiende será muy distinta.

Tampoco podrá aumentar las pensiones con generosidad como lo hizo su predecesor, quien saqueó fondos y fideicomisos. Porque aparte también le gustan las obras faraónicas. Su sueño no es construir grandes hospitales o remodelar pequeñas escuelas, sino los trenes de pasajeros, como si el fracaso del Tren Maya no fuera suficiente. A seguir comprando aviones para que la nueva Mexicana, otro agujero negro presupuestal, siga subsidiando a las clases medias y altas en sus viajes de placer y tratar de justificar, en vano, ese otro elefante blanco que es el AIFA. A seguir tirando dinero tratando de que Dos Bocas un día finalmente funcione (también perdiendo recursos refinando crudo, como lo hacen las otras refinerías en tierras nacionales). Ahora a saquear al Infonavit para que el gobierno derroche ese dinero construyendo casas.

No puede esperarse una mejora cuando se mantiene una estrategia equivocada. El año 2025 será más oscuro en tanto se apagan las cenizas de todo lo destruido en este 2024 por acabar.

 

No te pierdas ninguna actualización importante. Explora nuestro portal para seguir informado sobre las últimas noticias en Puebla.

Columna Ekonokafka de Sergio Negrete en El Financiero

Foto

clh

municipios_interiores: 

Encuesta

¿Usted ha recibido apoyos del gobierno del estado en el último mes?