Puebla, Pue. - El consultorio de Cote fue clausurado recientemente por el Departamento de Regulación de Profesiones (DEPRIS) del estado de Puebla, después de que una investigación revelara varias irregularidades. 

Entre los hallazgos, se destacó la falta de un aviso de funcionamiento y la carencia de justificación para la prescripción de medicamentos controlados. Esta acción por parte de las autoridades ha dejado al descubierto la seriedad de las acusaciones y ha generado mayores dudas sobre la legalidad de las prácticas de la supuesta especialista.

Marilyn Cote, quien se había presentado como una de las profesionales más destacadas en el ámbito de la salud mental en Puebla, ha estado en el centro de una controversia que va más allá de su falta de formación académica. 

A pesar de no contar con la cédula profesional en psiquiatría, Cote se promocionaba como experta en trastornos mentales y criminalística, incluso alegando haber trabajado con la Oficina Federal de Investigación (FBI). 

Estos cuestionamientos sobre su capacidad profesional llegaron a su punto álgido cuando, durante la presentación de su libro "El psicodiagnóstico de Rorschach en la perfilación criminológica", organizado por la Secretaría de Cultura de Puebla, surgieron dudas sobre la existencia real de la obra. 

Aunque el libro figura en el registro del Instituto Nacional del Derecho de Autor (Indautor), varios internautas han señalado que no se ha encontrado evidencia de que esté disponible en librerías, lo que alimenta aún más las sospechas sobre la veracidad de su contenido y su perfil profesional.

Pero las denuncias no terminan ahí. Testimonios de pacientes y expertos han señalado que Cote recetaba medicamentos controlados, como Duloxetina y Quetiapina, a personas sin la capacitación adecuada para hacerlo. 

Estos fármacos, utilizados para tratar trastornos graves como la depresión mayor y la esquizofrenia, requieren una supervisión estricta por parte de profesionales certificados. La gravedad de estas acciones se agrava cuando se descubrió que Cote utilizaba logos de universidades prestigiosas, como Harvard y la Universidad de Oslo, en sus recetas, lo que indicaría un intento de darle credibilidad a sus prácticas mediante el uso de símbolos de instituciones de renombre.

En 2017, Cote había sido galardonada con un premio en los Doctoralia Awards, un reconocimiento que se basa en la valoración de pacientes y colegas dentro de la plataforma. Aunque esta distinción refleja una alta percepción de su labor en ese momento, hoy en día los cuestionamientos sobre su legitimidad profesional han eclipsado ese premio. 

A pesar de las denuncias de estafa, usurpación de funciones y ejercicio ilegal de la psiquiatría, Cote sigue promocionando sus servicios en redes sociales, lo que ha generado más indignación entre la comunidad.

Uno de los aspectos más preocupantes del caso es el uso de imágenes manipuladas por inteligencia artificial para crear una falsa impresión de que cuenta con un equipo médico profesional. La cuenta de X (@CharlatanesMed) ha documentado exhaustivamente estas irregularidades, revelando cómo Cote construyó una imagen de "experta" a través de prácticas engañosas.

El cierre de su consultorio por parte del DEPRIS, tras descubrir que no cumplía con los requisitos básicos para operar, es solo un primer paso en las investigaciones que aún continúan. 

Los residentes de Puebla, así como muchos ciudadanos en otros estados, siguen cuestionando cómo es posible que individuos sin la formación adecuada puedan ofrecer servicios tan sensibles como los relacionados con la salud mental, sin que se haya hecho una revisión más exhaustiva de sus credenciales antes.

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foto cortesía

xmh