China ha construido el detector de neutrinos más grande del mundo, ubicado a 700 metros bajo tierra, con el objetivo de captar estas escurridizas "partículas fantasma". 

La esfera acrílica, de 12 pisos de altura y 35,4 metros de diámetro, es la parte central del Observatorio Subterráneo de Neutrinos de Jiangmen (JUNO), situado en la ciudad de Kaiping, Guangdong. 

Este ambicioso proyecto, lanzado en 2015 por la Academia de Ciencias de China y el Gobierno de Guangdong, está en su etapa final de construcción, con la instalación completa prevista para finales de noviembre y la operatividad total para agosto de 2025.

JUNO se considera uno de los experimentos más relevantes a nivel mundial para investigar el misterio de los neutrinos y funcionará durante al menos 30 años. La instalación está diseñada para ayudar a los científicos a comprender mejor la jerarquía de masas de los neutrinos mediante la detección de partículas provenientes de reactores nucleares cercanos.

Además, la instalación permitirá llevar a cabo investigaciones adicionales, como la observación de supernovas y el análisis de neutrinos atmosféricos y solares, ampliando así nuestro conocimiento sobre el cosmos.

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