Este fin de semana, Puebla fue escenario de tres crímenes inquietantes, todos marcados por un mismo patrón: automóviles abandonados que contenían varios cuerpos en su interior. 

Los hechos se registraron entre el sábado 21 y el domingo 22 de septiembre. Aunque se habla de al menos nueve víctimas en total, la cifra oficial aún no ha sido confirmada. 

El primer caso tuvo lugar en la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec, al norte de la ciudad. Durante la madrugada, se encontraron dos vehículos abandonados: uno bajo el puente que conduce a la comunidad y otro en calles cercanas a la presidencia auxiliar. Se estima que, entre ambos automóviles, habría siete cadáveres.

La tarde del domingo, se localizaron restos humanos en una camioneta KIA negra en la colonia La Loma. Este vehículo se sospecha que es el mismo en el que fue secuestrado el empresario veracruzano ejecutado César Eduardo, de 24 años, el 8 de septiembre pasado, cuando salió de un restaurante en Plaza Solesta. 

Los restos hallados de al menos dos personas estaban en la parte trasera de la camioneta, que tiene placas del Estado de México.

Al lugar, ubicado detrás del Mercado Hidalgo, uno de los centros de abasto más grandes del estado, acudieron agentes de la Policía Municipal de Puebla, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, de la Guardia Nacional y de la Fiscalía General del Estado para realizar las diligencias forenses.

La situación ha generado una creciente preocupación entre la población y las autoridades locales, que se encuentran trabajando para esclarecer estos trágicos sucesos.