El estado de Puebla fue el cuarto en el país con mayor mortalidad en exceso durante la pandemia de Covid-19, concluyó un informe presentado este martes por un Comité Independiente de Expertos.

A nivel nacional, se expuso que el virus desencadenó más de 800 mil muertes en exceso, de las cuales unas 300 mil se atribuyen a una “gestión deficiente” del Gobierno mexicano durante la crisis sanitaria.

El informe, coordinado por el mexicano Jaime Sepúlveda -Director Ejecutivo del Instituto de Salud Global de la Universidad de California, San Francisco-, destacó que los estados de la República presentaron niveles muy contrastantes de mortalidad en exceso, producto de sus características demográficas, socioeconómicas y otras, pero también de la capacidad y responsabilidad de sus gobiernos.

En términos generales, la zona centro del país resultó la más afectada, con el Estado de México a la cabeza con un 69 por ciento de exceso, Tlaxcala con un 66 por ciento, la Ciudad de México con un 58 por ciento y Puebla con un 55 por ciento, entre 2020 y 2021.

En el caso de Puebla, la tasa de letalidad entre pacientes hospitalizados con Covid-19 en el IMSS y los servicios estatales fue de un 48 a 49, en el ISSSTE de 39 y el sector privado de 24 por ciento en promedio.

Además se destaca que mientras en la mayor parte de los estados de la zona centro del país el pico más agudo de muertes en exceso ocurrió a principios de enero de 2021, durante la segunda ola, en Tlaxcala y Puebla se experimentaron picos graves en julio y agosto del mismo año.

Sin embargo no se especifican las cifras de muertes por cada entidad y se manejan en términos de porcentajes.

Podría haber muertes no registradas

En el documento se hace hincapié en que existen diferencias importantes entre las entidades federativas en cuanto a la proporción del exceso de mortalidad que ha sido atribuido directamente al Covid -19 a partir de las actas de defunción.

“En Chiapas, Tlaxcala, Zacatecas y Puebla, por ejemplo, menos de la mitad de las muertes en exceso de 2020 y 2021 fueron clasificadas como relacionadas con Covid -19, después de la revisión de las causas consignadas en las actas de defunción y de los procesos de validación a cargo del INEGI. En contraste, en Baja California Sur, Guerrero y Yucatán, este porcentaje supera el 80%. Estas diferencias sugieren que un número considerable de defunciones por COVID -19 pudieron no haberse registrado adecuadamente en las actas de defunción”.

La cuestionada gestión gubernamental

Los expertos encargados del informe indicaron que durante la etapa del confinamiento y pese a la campaña de distanciamiento social, el discurso público también fue controvertido, ya que no se reconoció la necesidad de uso de cubrebocas; no se dimensionó el tamaño de la pandemia pese a tener las cifras del aumento de contagios; se insistió en que el momento y la duración del confinamiento fueron los adecuados.

Asimismo fueron relevantes declaraciones de personajes públicos que “contribuyeron irresponsablemente a la desinformación”.

Por ejemplo, se cita que el ex gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, señaló el 2 de abril de 2020: “Los pobres son inmunes al SARS-CoV-2, debido a que los casos asociados a la epidemia provinieron de personas ricas, acomodadas, que anteriormente viajaron a algún lugar del extranjero y ahí se contagiaron. Si ustedes son ricos están en riesgo, si son pobres no, pues los pobres estamos inmunes”.

Puebla, tercero en muertes de personal de salud

El estado de Puebla ocupó además la tercera posición nacional en muertes de personal de salud por Covid -19, registradas en el sistema de vigilancia epidemiológica.

En primer lugar aparece la Ciudad de México con 745 decesos, en segundo el Estado de México con 655 y en tercero Puebla con 341.

Puebla tuvo rezagos en vacunación

Además, se indica que es posible apreciar efectos de los rezagos de vacunación en algunos estados, ya que a finales de 2021 varios habían aplicado apenas una sola dosis –no un esquema completo– por cada habitante.

“Puebla y Chiapas tuvieron niveles sorprendentemente bajos de aplicación. Para diciembre de 2021, se había aplicado el número de dosis equivalente correspondiente a cerca de 60% de los poblanos y para alrededor de la mitad de los chiapanecos”.

En el informe se expone que “desafortunadamente”, este rezago en la campaña de vacunación tuvo obvias repercusiones en la tercera ola epidémica –la primera que pudo haberse controlado por la campaña de vacunación-.

“En la gráfica que compara la tasa de mortalidad a nivel subnacional en el capítulo ‘Desigualdades’ de este informe puede apreciarse que tanto Puebla como Chiapas tuvieron un alza notable en el porcentaje de exceso de mortalidad en agosto de 2021. Si el avance de vacunación hubiera sido más rápido en estos estados, seguramente el porcentaje de mortalidad durante esas fechas habría sido más bajo”.

A la par, se resaltó que ambos estados tuvieron un porcentaje considerable de gente escéptica ante la vacunación, aunque en el caso de Chiapas cerca de la mitad de la población reportó que se había enfrentado a barreras de acceso.

Los pobres murieron en una magnitud desproporcionada

En las conclusiones del Comité Independiente de Expertos se indica que México muestra uno de los niveles más altos de mortalidad en exceso en el mundo.

“Sin embargo, el desarrollo de la pandemia dentro del territorio nacional fue muy desigual, por dos factores determinantes: la pobreza y las decisiones de política que los gobiernos estatales tomaron para controlar la propagación de la enfermedad”.

“El epicentro absoluto de la pandemia se ubicó en el centro del país, en la Ciudad de México, Tlaxcala, Estado de México y Puebla. A su vez, esta investigación revela que mientras mayor es el porcentaje de población de bajos ingresos que habita un municipio o una alcaldía, mayor es el porcentaje de muertes en exceso. Los más pobres murieron en una magnitud desproporcionada en esos años”.

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foto: Esimagen

gse