Puebla, Pue.- En un relato vívido y apasionado, Eduardo Merlo Juárez, representante de la Cofradía del Señor de las Maravillas y miembro del Comité Organizador de la Procesión de Viernes Santo, compartió una mirada a la historia y la devoción detrás de este evento emblemático en Puebla.

El representante de la Cofradía del Señor de las Maravillas, destacó la diferencia entre la Procesión de Viernes Santo en Puebla y otras manifestaciones religiosas, subrayando su carácter vibrante y musical en contraste con la solemnidad de algunas tradiciones.

"La nuestra no es una procesión silenciosa, como algunas podrían pensar. Es una celebración llena de gritos, cantos y música, acompañada por el sonido distintivo de las matracas de los nazarenos", explicó Merlo Juárez.

"Decidimos hacerla durante el día, siguiendo el recorrido simbólico de Jesús desde el Pretorio de Pilatos hasta el monte Calvario", agregó.

Con una pasión contagiosa, Merlo Juárez compartió anécdotas sobre la selección de las imágenes que acompañan la procesión, desde la Virgen María hasta Jesús Nazareno y el Señor de las Maravillas.

"El Señor de las Maravillas era nuestra aspiración desde hace mucho tiempo, pero inicialmente enfrentamos resistencia. Sin embargo, con el tiempo y la perseverancia, logramos incluirlo en la procesión", reveló emocionado.

"Nuestra procesión es la más grande de América Latina en términos de participación, y continuamos mejorando con el tiempo".

El representante de la Cofradía también anticipó mejoras en las andas de las imágenes, detallando los esfuerzos para hacerlas más elegantes y funcionales en el creciente tumulto de devotos.

"La procesión sigue siendo una expresión devocional profundamente arraigada en nuestra comunidad, que también atrae a turistas y visitantes a nuestra querida ciudad de Puebla", afirmó con orgullo.

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