De acuerdo con la información proporcionada por los involucrados y las autoridades locales, desde mínimo dos meses atrás arrancaron con los trabajos para concluir con cientos de piezas para esta temporada.

 

Y por esa razón, destacaron, las casas quedan inundadas en cada rincón de pequeños ejércitos de colores los cuales poco a poco desaparecen conforme llegan clientes locales, estatales, nacionales y del extranjero.

 

“La tradición del barro en Huaquechula permanece desde hace más de 100 años”, indicaron para sorpresa de algunos lugareños quienes no sabían de esa actividad.

 

“Y con orgullo alfareras y alfareros huaquechulences se están preparando con sahumerios y candeleros considerados piezas fundamentales en los referidos altares monumentales”, finalizaron.

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