México.- Mantenerse hidratado todo el día, andar con sombrillas, sombreros, gorras, para protegerse del sol, sobre todo para quienes enfrentan más riesgo.

“Este calor me está matando”. Sí, es el calor que resiente la población. “A veces nos sentimos agotados, deshidratados”, señaló Consuelo Narváez.

“Ahorita sí nos estamos cuidando mucho, sobre todo, porque tengo una bebé, entonces ahorita sí ha sido muy pesado estarla hidratando”, declaró Mayra.

Las muertes por calor en el país se registran ya en estados como Veracruz, Quintana Roo, Sonora y Oaxaca, pero, ¿por qué ocurre este fenómeno?

“Por un golpe de calor, puede subir por arriba de 40 grados 39 a 40 grados, hay una alteración sanguínea importante, una deshidratación máxima donde el paciente fallece, pero por deshidratación grave”, explicó Patricia Ramírez, Médico Pediatra Infectóloga.

De tal manera, el organismo comienza a mostrar diversos síntomas.

“Temperatura elevada, frecuencia cardíaca elevada, frecuencia respiratoria elevada, agotamiento, mareo, vértigo, el paciente se puede desmayar y puede llegar hasta la muerte, depende del grado de deshidratación que tenga”, agregó Patricia Ramírez.

Aunque el organismo intenta mantenerse fresco, puede haber sudoración en exceso y aumenta el riesgo de deshidratación.

“Lo que al cuerpo le pasa es que va a sudar demasiado, va a subir la temperatura y con esto va a subir la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria con una deshidratación subsecuente”, añadió Patricia Ramírez.

Por tal motivo, luego viene un problema multiorgánico.

“No puede fluir totalmente líquido lo que lleva a una hipotensión arterial, daño renal, daño cardíaco; todos los órganos, es uno tras de otro empezando por el riñón”, expuso Patricia Ramírez.

La muerte puede ocurrir, ¿las causas? Un ataque cardíaco o insuficiencia orgánica. ¿Pueden prevenirse? La respuesta es sí.

Hay que comenzar por tomar más líquidos, hidratarse más.

“Por lo menos el 30% más de lo que le corresponde a cada paciente según la edad”, añadió la Médico Pediatra Infectóloga.

Foto Especial

mala