- Economía
Los puestos vacantes de Tesla en México
Los mexicanos deberían saber esta semana si su país se convertirá en la cuarta nación con una “gigafactory” o una gigantesca fábrica de Tesla, la fabricante de autos eléctricos más importante del Mundo.
Ayer, distintas versiones aseguraron que el presidente revelará la decisión durante su conferencia matutina para añadir a México a una corta lista complementada por Estados Unidos, Alemania y China.
Independientemente de la decisión que sea divulgada, la compañía dirigida por Elon Musk ofrece esta semana 13 puestos laborales ya disponibles, la mayoría vinculados con labores de venta, probablemente relacionados con la comercialización de sus vehículos o baterías en sus agencias.
Pero llaman la atención tres vacantes ofrecidas, muy relacionadas con tareas necesarias para fabricar productos.
Resultan reveladores no solamente por el hecho de que hasta ayer no había decisiones públicas en torno al futuro de la compañía en este país, sino porque reflejan el tipo de atípicos requisitos para quienes aspiren a estos, o a los miles que vengan producto de una eventual instalación de una planta de Tesla en el país. Pocos aquí son aptos.
Dos están expuestos como “Logistics Analyst”, disponibles en Nuevo León, uno en la categoría de finanzas y el otro en la de cadena de suministro. Sus responsabilidades son relativamente comunes en un estado lleno de fábricas.
“Estrategia de cadena de suministro de ingeniería y fabricación para respaldar proveeduría compleja y de alto volumen”, es una de ellas. “Supervisar la configuración inicial de alto volumen de envíos de importación. Supervisar la ejecución de los envíos entrantes para respaldar una producción fluida”, explica en inglés el sitio oficial de la compañía. https://bit.ly/3F56BDV
Lo que puede distinguir las labores en Tesla son encomiendas como la de extraer datos de una base de datos, para analizar y publicar métricas para los líderes de la empresa.
Para ello, quienes apliquen deben entender de funciones adicionales a las de la mera fabricación…
“Capacidad para codificar en SQL y Tableau y profundizar en datos. Habilidades demostradas de comunicación, liderazgo y resolución de problemas. Habilidad para escribir, hablar y presentar de manera efectiva y persuasiva en todos los niveles. Fuertes habilidades analíticas y organizativas; capacidad para lograr el éxito en situaciones con altos grados de variación y complejidad. Iniciativa autodirigida para obtener e implementar un amplio conocimiento de las mejores prácticas logísticas”.
Lo que tiene que ver con programación es difícil, pero puede enseñarse en escuelas o vía cursos en Internet. Lo demás, sólo puede aprenderse con voluntad y práctica, le llaman “soft skills” y cobraron mayor importancia a partir de una pandemia que mostró que podemos trabajar a distancia:
Hablar de manera efectiva, resolver situaciones de alta complejidad, iniciativa propia, dicen en Tesla… acá en México muchos prefieren un jefe que les diga qué hacer, todo el tiempo.
Otro de los puestos disponibles en Nuevo León es el de Supplier Industrialization Engineer, para ayudar en labores de pruebas a proveedores. También, deseablemente, debe mostrar habilidades en conocimientos de Linux, Windows, Python y Java y cierta familiaridad con la medición y la adquisición de datos para probar equipos.
¿Para quien trabajarán los elegidos? Para una empresa que cerró el año pasado con ventas por 81 mil 462 millones de dólares y una ganancia neta para Elon Musk y el resto de los accionistas, de 15 dólares por cada 100 cobrados.
Comparemos, en 2022 la emblemática Ford tuvo ingresos por 158 mil 57 millones de dólares, pero entregó a sus dueños menos de 5 dólares por cada 100 de ingresos.
En parte por eso y por la perspectiva de negocios, esta última vale 48 mil millones de dólares, mientras que Tesla está valuada en 656 mil millones, según Bloomberg.
Atención, grandes ganancias para los propietarios de una empresa no significan obligatoriamente mejores salarios. Seguramente menos, en empresas que vengan a México en ánimo de bajar costos.
Columna Parteaguas de Jonathan Ruiz Torres en El Financiero
Fotografía El Financiero
clh