Periódicamente, la Tierra es alcanzada por partículas cargadas provenientes de explosiones o llamaradas solares que provocan las conocidas auroras polares, las cuales alteran las comunicaciones o causan daños menores en satélites, Sin embargo, el llamado “evento Miyake” no es una tormenta solar típica, son superfulguraciones.

Algo similar ocurrió en con el evento Carrington de 1859, el cual generó un aumento de corriente en redes telegráficas hasta destruirlas.

Científicos de la Universidad de Queensland, en Australia, descubrieron que la huella de las superfulguraciones se puede recopilar en los anillos de los árboles. Bajo este esquema, encontraron que una tormenta cósmica impacta cada mil años a la Tierra. Su estimación se basa en las altas concentraciones de carbono 14 radiactivo contenidas en los anillos.

Por tanto, “un evento Miyake destruiría la red eléctrica global, lo que arrastraría a la humanidad de vuelta a la Edad Media”, expusieron los científicos.

Según los expertos, la red de cables de internet submarinos se vería afectada. Además de otros sistemas de telecomunicaciones y electricidad; de salud, el servicio bancario y alimenticio, se paralizarían si las redes eléctricas colapsan. El evento fue calificado como “una especie de apocalipsis social e industrial”.

Por tanto, indicaron que puede evitarse un desastre mayor, si naciones como como China y Estados Unidos (EUA) invierten en proteger las redes energéticas.

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clh