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Acusa UIF a Murillo Karam de evasión fiscal, tráfico de influencias y lavado

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Señaló que una empresa en la que son socios el sobrino, yerno e hijos del ex procurador, resultó beneficiada con contratos del Gobierno Federal

El ex procurador Jesús Murillo Karam fue acusado ante la Fiscalía General de la República por tráfico de influencias, defraudación fiscal y operaciones con recursos de procedencia ilícita, delito también identificado como lavado de dinero.

La denuncia fue formalizada este lunes 14 de noviembre por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), instancia que reveló que una empresa en la que destacan como socios el sobrino, yerno e hijos del ex procurador, resultó beneficiada con contratos del Gobierno Federal cuando éste se desempeñaba en su cargo.

La UIF reveló que la empresa relacionada a la familia de Murillo Karam obtuvo licitaciones por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), entre los años 2013 y 2015. La autoridad confirmó que, en ese mismo lapso, el ex procurador tenía como secretario al hijo del entonces titular de la SCT, por lo que, posiblemente se trató de un esquema de contraprestaciones mutuas, en donde a través de influencias se benefició con contratos a la empresa familiar.

Esta última revelación fue la hipótesis de trabajo de la primera investigación periodística publicada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), el 23 de junio de 2016.

En aquella investigación, MCCI reveló que dos empresas constructoras de hijos, sobrinos y parientes políticos de Jesús Murillo Karam, y una más estrechamente vinculada a ellas, ganaron contratos de obra por 4,625 millones de pesos (más de 300 millones de dólares al tipo de cambio de 2016), justo durante los tres años en que él ocupó uno de los puestos más importantes en el gabinete presidencial.

Las empresas Alvarga, Kuoro e Itrio multiplicaron, en ese periodo, 714% sus contratos de obra pública. Y las tres vieron apagarse su estrella cuando Murillo Karam salió del gabinete presidencial.

Kuoro es la empresa que pertenece a los hijos de Murillo Karam, que es la que es acusada por la UIF.

Una tarjeta informativa revelada este martes por la UIF, añadió que la empresa investigada (Kuoro) presentó diversas irregularidades en su forma de constitución, ya que los domicilios manifestados no son acordes con las actividades que indicó realizar.

De igual forma, fiscalmente declaró deducciones similares a sus ingresos acumulables lo que hace inviable el sostenimiento económico de la misma, al tener ganancias mínimas, situación que contrasta con el volumen de contratación pública que recibió y las operaciones financieras frente a lo declarado fiscalmente.

Según la UIF, también se identificó que Kuoro envió y recibió recursos con empresas catalogadas como “fantasma” por el SAT, por lo que podría dar lugar a una posible defraudación fiscal.

De acuerdo a la investigación encabezada por la Secretaría de Hacienda y la Unidad de Inteligencia Financiera, Murillo Karam recibió 2.8 millones de dólares por concepto de un retorno de inversión del extranjero. Además, en el periodo de 2020 a 2021 el ex procurador colocó en el extranjero 26.5 millones de pesos en cuentas propias, recurso que presuntamente no fue declarado al fisco.

 

 

 

Foto: archivo m

 

gse

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