La NASA hizo historia al conseguir que una nave se estrellara contra un asteroide, con el fin de desviar su trayectoria, lo que demuestra que la Tierra podría defenderse en el futuro de peligrosos objetos espaciales.

Fue este lunes a las 19:14 h local del este de Estados Unidos, cuando la nave conocida como DART se estrelló a una velocidad de 6.4 kilómetros por segundo contra la superficie del asteroide Dimorphos, ubicado a unos 11 millones de kilómetros de la Tierra.

El impacto pudo verse en unas imágenes compartida por la NASA y ahora científicos deberán esperar algunos días para saber si la nave no tripulada logró alterar la órbita del asteroide.

Esta representa la primera prueba de “defensa planetaria” que efectúa la NASA, en el contexto de la importancia que la Fuerzas Armadas de Estados Unidos, ha dado recientemente a las posibles amenazas del espacio.

Tras el lanzamiento, la directora de la División de Ciencias Planetarias de la NASA, Lori Glaze, afirmó que el mundo ha abierto un nuevo capítulo.

“Nos estamos embarcando en una nueva era para la humanidad, una era en la que tendremos la capacidad de protegernos a nosotros mismos de algo tan peligroso como el impacto de un asteroide. Eso es algo increíble. Nunca antes hemos tenido esa capacidad”, afirmó Glaze en un comunicado.

Es de subrayar que la nave no tripulada mide casi lo mismo que una máquina expendedora de comida, y su construcción costó más de 330 millones de dólares. Por su parte, el asteroide Dimorphos tiene 160 kilómetros de diámetro y gira en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, de 780 kilómetros de diámetro.

foto: especial

mca