Huauchinango, Pue. – El titular de la seguridad pública de Huauchinango, Javier Gómez Vázquez, señaló que, pese a que se aplicaron los protocolos vigentes, la turba superó en número a las policías y cuando se intentó mediar por segunda vez para extraer a la víctima, los lugareños ya habían consumado el linchamiento en la Junta Auxiliar de Papatlazolco. 

El responsable de la seguridad negó que las corporaciones policiacas hayan llegado tarde o hayan omitido acciones, subrayó que no se puede actuar “con ocurrencias o fuera de protocolo” e indicó que se siguieron los protocolos actuales al año 2019. 

Reiteró que la patrulla llegó al lugar de los hechos a tiempo, el pasado viernes 10 de junio, sólo que el número de personas rebasó el estado de fuerza de las policías (municipal y estatal), y añadió que, “fracasó” la primera instancia de mediación que estableció la Policía Municipal y cuando se intentó una segunda intervención “los hechos ya se habían consumado”. 

El funcionario municipal aseguró que al momento del arribo de la patrulla de la Policía Municipal, Daniel Picazo, víctima del linchamiento ya había sido golpeado; fue cuando se dio la primera mediación, los policías aseguraron a Daniel para conducirlo a un hospital cercano, sin embargo, en el dialogo la turba decidió volverse a apoderar de Daniel y se los arrebataron. 

Los lugareños cerraron los accesos de la comunidad para evitar ser seguidos por la policía, mientras condujeron a Daniel hacia el lugar conocido como, Las Canchas, en Papatlazolco. 

Javier Gómez citó que dieron aviso por la vía de la clave telefónica *911 para que el estado tomara el control mediante la Secretaría de Gobernación, llegaron agentes de Gobernación al lugar quienes intentaron iniciar por segunda vez una mediación, junto con el director operativo de la Policía Municipal, sin embargo, les fue difícil hasta el lugar de los hechos por el cierre de calles. 

Describió que cuando llegó, también la policía estatal en el segundo intento de mediación, los hechos ya estaban consumados, el linchamiento se había perpetrado. 

El funcionario expresó que la policía municipal no pudo pedir ayuda al ejército o a la Guardia Nacional porque “no nos harían caso, porque ese no es el protocolo, debe ser el estado el que tome el control”. 

Concluyó que no se podría hacer uso, en ese caso, de la “fuerza letal porque la desgracia hubiera sido de proporciones mayores” y añadió que tampoco era viable chocar las patrullas contra el cierre de las calles.     

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