Hoy jueves, el detenido identificado como Frank R. James, un afroestadounidense de 62 años nacido en Nueva York, comparecerá ante el tribunal federal de Brooklyn, anunció la Corte.

 

El sospechoso realizó 33 disparos, según la policía, que encontró en el lugar del ataque una pistola Glock 17 de 9 mm, tres cargadores de municiones adicionales y un hacha, así como la tarjeta de crédito y las llaves de un vehículo rentado. Los oficiales dijeron que James compró legalmente el arma en Ohio. 

 

"El señor James se enfrenta ahora a una acusación federal por sus actos. Un ataque terrorista contra el (sistema) de transporte colectivo", dijo Michael J. Driscoll, asistente del director en funciones de la oficina del FBI en Nueva York.

 

"Lo atrapamos", exclamó el alcalde Eric Adams tras la detención del hombre más buscado de Nueva York desde que el martes por la mañana activó granadas de humo y abrió fuego contra los pasajeros de un vagón de metro que entraba en la estación "36 Street" en Brooklyn.

 

Breon Peace, fiscal de Nueva York, aseguró que si el acusado es hallado culpable, se enfrentará a cadena perpetua. 

 

Frank R. James dejó su tarjeta de crédito y las llaves de la camioneta que había alquilado en el lugar del ataque.

 

Según el jefe de detectives de la policía neoyorquina, el acusado tiene un largo historial de detenciones por posesión de herramientas para robos, actos sexuales criminales, robo, manipulación criminal y desórdenes de conducta. 

 

James había publicado varios videos en YouTube en los que aparece dando largas, y a veces agresivas, arengas políticas y críticas al alcalde Adams. Su página fue cerrada el miércoles por "violar las directrices" de YouTube.

 

Catherine James Robinson, hermana de James, dijo al diario The New York Times que estaba "sorprendida" de ver a su hermano en la prensa. "Nunca pensé que podría hacer algo así", reconoció, tras precisar que hace tiempo que no tiene contacto con él.

 

El metro neoyorquino recuperó el miércoles la "normalidad", dijo la autoridad de tránsito de la ciudad, de casi nueve millones de habitantes.

 

Diez personas resultaron heridas de bala -no se teme por la vida de ninguna- y otras 13 por inhalación de humo y otros daños sufridos cuando huían del lugar.

 

Nueva York ha registrado durante este año un aumento de los tiroteos y el repunte de los delitos violentos. Hasta el 3 de abril, los incidentes con armas se elevaron a 296, contra 260 en el mismo período del año pasado, según las estadísticas de la policía.

 

Leyes laxas y el derecho constitucional a portar armas han complicado los intentos de poner coto a la proliferación de armas en manos privadas en Estados Unidos, pese a que la mayoría de los estadounidenses son partidarios de un mayor control.

 

Foto: El Universo

LSM