Atlixco, Pue.- Cinco figuras gigantescas dominan el espectro de la temporada de Todos Santos en este valle de Atlixco. Iconos que sirven de recordatorio, por igual a lugareños y turistas, de la identidad de este pueblo mexicano.

Xoloitzcuintli Mítico es una catrina monumental ubicada en una de las partes altas de la ciudad: la Plazuela Fray Toribio de Benavente construida en la entrada del majestuoso ex Convento de San Francisco del siglo XVI.

A Frida Florista la pueden encontrar sobre la Plaza de Armas, en pleno corazón de este municipio. Y también lleva en sus entrañas el sello y la mirada de artistas, mujeres y hombres, atlixquenses.

Muy cerca está El Viajero, una más de las enormes catrinas. A un costado de la entrada principal del Palacio Municipal hace de las delicias de propios y extraños. Su sombrero es inigualable.

Una Catrina vestida de rojo recibe las miradas de cientos de personas en el antiguo Parque de la Soledad, a sólo cinco minutos del zócalo de Atlixco. Es una buena oportunidad para admirar también la escena verde de los pies del cerro de San Miguel.

Finalmente la siempre hermosa y muy arreglada catrina conocida como Vendedora de Flores a la cual pueden encontrar en la antigua estación del ferrocarril, paso obligado de miles de personas todos los días.

Fotos: Cortesía

cdch