Los funcionarios de origen chiapaneco que estuvieron al mando del sector de la seguridad pública en Puebla, encabezados por el ex secretario Raciel López Salazar, construyeron un “pueblito” en el cereso de San Miguel en el que se cobraba por el uso de cuartos para visita íntima y por la entrada de sexoservidoras.

Así lo acusó el gobernador Miguel Barbosa Huerta en su conferencia de prensa de este lunes, y afirmó que ya se presentó una denuncia penal por este caso.

“Cuando los chiapanecos se fueron, en el tiempo que estuvieron allá en el reclusorio de San Miguel, construyeron un pueblito en el patio de San Miguel, cuartos, divididos en dos, tres, y llegaban a cobrar 2 mil 500 pesos la noche y 250 pesos la hora”, expuso.

Señaló que a pesar de la pandemia por coronavirus y la prohibición de visitas a los internos, los encuentros sexuales nunca se suspendieron, ya que los fines de semana entraban prostitutas o sexoservidoras, con la complacencia de las autoridades.

El gobernador dijo que ese “pueblito” ya se derrumbó piedra por piedra, ya que eran construcciones formales, hecha de tabique, con techos, servicios de baños, televisión y camas, “a ese nivel llegaron, pero ya se derrumbó, completito, y ya hay una denuncia penal que está en curso, no bueno, eso así ocurrió y todo se tiene que corregir”.

En febrero de 2020 el chiapaneco Raciel López Salazar tomó posesión como titular de la Secretaría de Seguridad Pública en Puebla. El ex subprocurador de Justicia en Chiapas colocó a paisanos suyos en puestos claves del sector, incluidos los centros penitenciarios.

Sin embargo en abril de 2021 dejó el cargo, tras lo cual Barbosa Huerta ha hecho diversos señalamientos de corrupción de los funcionarios de origen chiapaneco.

Foto: archivo m

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