En este mes ya es obligatorio que los bancos registren los datos biométricos de sus clientes, principalmente huellas dactilares, al momento en que éstos abran nuevas cuentas o soliciten nuevos créditos, a fin de prevenir el robo de identidad.

Recordemos que, esto se determinó por la autoridad financiera en 2017 y en un principio entraría en vigor a partir del 1 de enero del 2019. Sin embargo, se aplazó hasta marzo del 2020 dada la petición de los propios bancos de trabajar en la creación de una base de datos biométricos única, en lugar de que cada entidad tuviera la suya.

Cabe señalar que de acuerdo con el líder de los banqueros, el diálogo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) respecto al tema ha sido muy amplio y prolongado, de manera que destacó que los bancos están trabajando para poder plantearle una solución gremial para las instituciones que necesitan sumarse a este proyecto y se encuentran rezagadas, las cuales, dijo, son alrededor de 28. “Ya con eso tendremos un planteamiento de contenido y tiempo para ir resolviendo cada caso en lo individual”.

De acuerdo con la Comisión Nacional Bancaria y de Valores la aplicación de controles biométricos representaría ahorros por 235 millones 200 mil pesos al bajar el robo de identidad.

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