Puebla, Pue.- “Más dentro de la enorme mole, que aparentemente duerme, y sólo belleza revela a los ojos humanos, existe una fuerza dinámica que acumula de instante en instante una potencia tremenda de rebeldías, que pondrán en actividad su alma encerrada, en nieves perpetuas, en leyes humanas de feroz tiranía.– Y la mortaja fría de la Iztatzihuatl se tornará en los atardeceres en manto teñido de sangre roja…”. (Bajo la mortaja de nieve duerme la Iztatzihuatl en su inercia de muerte, Carmen Mondragón).

Nacida en 1893 y originaria de Tacubaya, Ciudad de México. Carmen, mejor conocida como Nahui Ollin, fue una pintora, poetisa y activista feminista.

Fue una de las dos mujeres que integró la Unión Revolucionaria de Obreros, Técnicos, Pintores, Escultores y Similares. Posteriormente fundó Liga Feminista de Lucha contra las Toxicomanías, en la cual buscaba la equidad de género, la instauración del voto femenino, involucrar a mujeres indígenas, derechos para que las mujeres pudieran poseer tierras, entre otras luchas.

En sus pinturas ilustraba escenas amorosas, paisajes campestres, y a sí misma, pues tenía cierta fijación con los autorretratos. Quería expresar a través de su arte, su preocupación por la opresión indígena. El dolor del genocidio ocurrido contra su gente, y la falta de importancia que el México moderno le daba a ello.

También amó y entre sus parejas destaca el pintor y escritor Gerardo Murillo a quien escribió cuando concluyó su relación: “Odio a los cobardes como tú porque yo soy franca, sincera, brutal como todo lo que es grande, como todo lo que es único.”

Fue una mujer activa en el mundo del arte, el cual es un ambiente patriarcal, y lo hizo dentro de un país machista. Por ello debe ser celebrada, por su talento y visión del mundo, por eso y más, ella es un orgullo mexicano.

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