Puebla, Pue.- Basado en los principios del jesuita francés Pierre Faure, el Instituto Miguel de Cervantes ofrece a sus alumnos atención personalizada que garantiza su formación integral con el objetivo de que sean entes al servicio de la sociedad.

Así lo explicó el director general del instituto, Miguel Romel Ortiz Flores, quien precisó que los padres de familia son los responsables de la formación de sus hijos, pero la institución a su cargo coadyuva en la educación de los niños y adolescentes.

A diferencia de otros sistemas, en el Instituto Miguel de Cervantes cada maestro tiene a cargo un promedio de sólo tres alumnos para observar su crecimiento y potenciar sus habilidades. Ellos atienden a niños desde pre-escolar hasta la preparatoria.

La finalidad es formar personas que sean destacados estudiantes y después competentes profesionistas, pero en especial mujeres y hombres íntegros que contribuyan desde su circunstancia de vida a la creación de una mejor sociedad, explicó Ortiz Flores durante la presentación del modelo pedagógico.

La formación integral, precisó, incluye lo físico, lo artístico, lo cultural, y en especial la formación humana y espiritual, además de lo académico.

La educación que reciben los alumnos, la enriquecen con actividades extraescolares como pláticas y retiros en donde los alumnos conocen y viven la religión católica.

Los niños y adolescentes también cursan artes y deportes en una extensión de dos hectáreas de instalaciones a su servicio, en las que se incluyen aulas, talleres, capilla, jardines y canchas, entre otros espacios.

Sus amplias instalaciones están en la zona urbana de Puebla, en los límites con San Pedro Cholula.

clh