En entrevista, recordó la complejidad de la mudanza del INEGI a la ciudad de Aguascalientes en 1986, tras el sismo que afectó a la capital del país el 19 de septiembre de 1985.  

 

“Aguascalientes tuvo que prepararse para recibir a cerca de dos mil 900 familias, que significaba 15 mil personas. Requirió un ajuste para la construcción de habitaciones, instalaciones eléctricas y de agua”.

 

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Advirtió que el traslado de las secretarías a distintas partes del país implicará gastos económicos y logísticos, ya que no sólo se requerirá vivienda nueva sino también alojamiento institucional para las dependencias.

 

“Es un proceso complejo que requiere coordinación y también costos para hacer adecuaciones en infraestructura para las sedes. El gasto dependerá de las ciudades, de la capacidad de absorber gastos y resolver la situación”.

 

Agregó que el cambio de sede del INEGI tardó de tres a cuatro años, por lo que no descartó que lo mismo ocurra ahora que el próximo gobierno federal pretende descentralizar las secretarías. 

 

Santaella Castell estuvo en Puebla para la firma de convenio con la Asociación Mexicana de Secretarios de Desarrollo Económico (AMSDE).