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Acusan que comandante de Amixtlán mató a joven y encubrió pruebas

El ex comandante de la Policía Municipal de Amixtlán, José “N”, habría encubierto las pistas con la anuencia del presidente municipal.

Amixtlán, Pue.- Miguel Andrés Casimiro sólo pudo cumplir 21 años porque el ex comandante de la Policía Municipal de Amixtlán, José “N”, le disparó un balazo en el pecho la madrugada del 1 de Enero pasado, cuando el mando polcial estaba ingiriendo bebidas embriagantes en una tienda de la calle Zaragoza en la cabecera, aseguró el hermano de la víctima, Diego Andrés Casimiro.

Diego narró que Miguel estudiaba una carrera técnica en el IPC y trabajaba en Zacatlán. Había ido a Amixtlán a pasar las fiestas de fin de año con su familia pero “tuvo la mala suerte” de toparse con los policías que “estaban tomando y agarraron valor y le dispararon. Fue el que estaba de comandante”.

Él y su familia, acompañados de algunos vecinos, se manifestaron durante el informe del presidente municipal de extracción priista, Alejandro Javier Becerra Salazar, para pedir que se haga justicia. También señalaron que “todos los homicidios que ha habido en los últimos tres años, han sido causados por los elementos de la policía municipal y el mismo presidente los ha protegido”.

Contó que su hermano Miguel no tenía problemas con los policías, ni acostumbraba beber. “Me imagino simplemente que porque ellos estaban tomados, agarraron valor y  sólo llegaron, le apuntaron y le dispararon. No les dijo, ni le dijeron nada”.

Pese a que el homicidio se cometió ante varios testigos, entre ellos un menor de edad, tampoco pasó nada. “Al que estaba de comandante y fue el que le disparó, el presidente lo sacó el otro día y trajo a policías de Ahuacatlán. Así dejó el asunto y primero nos dijo que nos iba a dar ayuda, pero hasta ahora no conocemos la ayuda del presidente”, lamentó.

Comandante habría encubierto las pruebas

Refirió que el colmo fue que su hermano quedó mal herido y tirado en la calle, lo intentaron llevar al Hospital de Ahuacatlán pero como en Amixtlán no hay ambulancia -porque la están ploteando en Puebla según la SGG- no pudo salvarse. Debieron esperar a que los mismos policías que lo agredieron los llevaran al nosocomio y de ahí a Zacatlán para que le hicieran la autopsia.

“Ellos mismos alteraron el lugar del crimen. Borraron las pruebas y aunque los denunciamos ante el Ministerio Público el proceso es tardado. No contamos con el apoyo de la autoridad, porque es la propia gente del presidente la que está haciendo estas maldades”, añadió.

En la entrevista intervino su padre, quien señaló que en la madrugada del 1 de enero había salido a misa. Cuando volvió su esposa le informó que ya le había matado al muchacho. “Quiero que se haga justicia. No es posible que lo maten así. Mi hijo no tomaba, era tranquilo. De pronto fui a la calle y me lo encontré tirado. Me empecé a mover y el que nos llevó fue el mismo que lo mató. Iba borracho, hasta el MP de Zacatlán nos dijo que el comandante estaba tomado”.

Para acabar, “José, el comandante, andaba chocando la patrulla por La Cumbre. Me caí de la batea de la camioneta. Estuve tirado 20 minutos. Cuando desperté me tenían alrededor los doctores. Salimos a buscar al comandante porque ya sabíamos que él había matado a mi hijo y ya no estaba, y en la Fiscalía nos dijeron que no podían agarrar porque se necesitaba la declaración de los testigos que vieron cómo lo mató. ‘Porque si no, tenemos que investigar y luego lo vamos a agarrar’, dijeron los judiciales de Zacatlán.

“Al otro día fui y con esos papeles me dijeron que podíamos ir a dónde quisiéramos. Lo que queremos es que lo detengan. Que lo agarren. Hay testigos que vieron cómo le pegaron a mi hijo. Ya lo dijeron ante la autoridad y otros son testigos de cuando vinieron a levantar el cuerpo. José Ponciano se huyó al otro día. Se escaparon él y otros policías. Dejaron sus uniformes y sus armas y se fueron sin avisar. Pero el presidente estaba de acuerdo con él. No es posible que un alcalde lo tape. Debió decirle: serás mijo pero estás detenido. El primer comandante hizo lo mismo y este otro también. Y otros policías andan trabajando así. No es posible.  Qué clase de presidente es”, concluyó.

Desde que empezó la gestión del alcalde priista Alejandro Javier Becerra Salazar –han denunciado pobladores-, se desató una ola de violencia: primero se registraron robos a viviendas, luego asaltos dirigidos principalmente contra personas de la tercera edad, sobre todo los días en que recibían los recursos del programa “65 y Más” y lo más grave es que tres de estos hurtos derivaron en la muerte de las víctimas, aseguraron.

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