Tlaola, Pue.- Los reubicados a Nuevo Huixtla, en Tlaola, lamentaron que la secretaria federal de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), Rosario Robles Berlanga, no se haya percatado de la mala calidad de las viviendas que les entregaron en el centro de población al que los trasladaron hace tres meses y sólo haya acudido al acto inaugural a “tomarse la foto”.

La funcionaria federal acudió este viernes 9 de octubre a inaugurar el nuevo centro de población, acompañada por el gobernador Rafael Moreno Valle, el director de FONAPO, Ángel Eslava, el subsecretario de vivienda de SEDATU, Juan Carlos Lastiri Quirós y el delegado estatal, Román Lazcano Fernández, entre otros. 

Tras el evento realizado, Donato Lechuga y Reynaldo Hernández, a nombre de sus vecinos, manifestaron su desaliento porque tras la entrega oficial de las casas, creen que ya no se podrá completar su construcción de las casas ni hacer las reparaciones en los drenajes que rebotan las aguas negras, los techos que se trasminan, las ventanas mal colocadas, las paredes sin revoques y los baños que presentan evidentes rastros de humedad. 

Mucho menos, dijeron, cuando durante su discurso el gobernador del estado, Rafael Moreno Valle, se mostró satisfecho con las obras e incluso les pidió que las compararán con las “precarias” viviendas que habitaban en el pueblo que tuvieron que abandonar debido al riesgo en que estaban por la existencia de una falla geológica que se pronunció durante el paso del huracán “Arlen” en Julio de 2010.

“Hace unos cuantos días, cuando estaban con los preparativos, vinieron a echarle una capita de impermeabilizante a los techos, pero se sigue pasando el agua”, aseguraron los inconformes, al tiempo de mostrar las gotas pegadas a la techumbre junto al lugar donde se colocan los focos de energía eléctrica al interior de su casa.

Agregaron que cuando les informaron de la visita de la secretaria, les dijeron que venía a revisar las viviendas “una por una”, pero al final pasó por una que seleccionaron “nada más para la foto. Por eso creemos que no se puede hacer nada y ahora necesitamos invertir porque las casitas no están seguras”.

“Pero qué se le puede hacer –se preguntaron-, si los gobiernos son iguales: panistas o priistas. Y a estas casas las dieron ya por terminadas”, lamentaron

Dignas y seguras las viviendas: Robles Berlanga

En tanto, con la entrega de las viviendas, la titular de SEDATU dio por cumplido el compromiso del gobierno federal con los damnificados de Huixtla, y consideró que ahora tienen condiciones de vida “dignas” al contar con una vivienda  en condiciones de seguridad y de dos habitaciones como las que se han hecho durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

“Se hicieron las obras de contención para que no haya inseguridad, la urbanización, no sólo las casas que ya forman parte de su patrimonio”, añadió.

Asimismo, para darles también certeza jurídica, pidió al titular de CORETT, Jesús Alcántara que en un “plazo rápido” entregue las escrituras a los pobladores reubicados.

Antes, en una de las calles del nuevo centro de población ubicado cerca de la comunidad de La Gallera, Ángel Eslava director de FONAPO, aseguró que las construcciones “cambiaron radicalmente”, las condiciones de vida de las 134 familias beneficiarias.

“Están en mejores condiciones para enfrentar los fenómenos climáticos y no piensen que se les va a caer un cerro”, sentenció.

Las casas las hizo FONAPO: RMV

Por su parte, el gobernador Moreno Valle indicó que en la entidad hay más de 6 mil 600 localidades con poco más de 500 habitantes, lo que encarece y dificulta dotarlas de servicios públicos, además de que la orografía de la entidad ha propiciado que mucha gente viva en terrenos de alto riesgo.

Sin embargo, agregó, junto con Rosario Robles ha diseñado esquemas para acercar los servicios a la gente y en el caso de Nuevo Huixtla hubo una inversión tripartita de 44 millones 230 mil pesos y aclaró que fue FONAPO el encargado de la construcción de las casas, mientras que a su gobierno le tocó hacer el centro de salud y comprar el predio para la reubicación; mientras que el ayuntamiento de Tlaola se encargó de las pavimentaciones.