Huauchinango, Pue.- Habitantes de la comunidad de Cuaxinca en Huauchinango, denunciaron al presidente auxiliar Genaro Martínez como presunto responsable de la tala ilegal de más de 20 árboles de ocote aserrados en terreno comunal y la venta en el “mercado negro” de la madera obtenida.

Los pobladores, que pidieron su derecho al anonimato “por lo delicado del asunto”, indicaron que hace 20 días empezaron a cortar los árboles de unos 40 metros de alto en el terreno conocido como “abajo de la casa de Lupe Pérez”, lo que ha provocado el desmonte de alrededor de tres hectáreas.

Acusaron que a pesar de que el terreno es propiedad colectiva, el alcalde auxiliar ha hecho negocio con unos aserradores de la comunidad de Nopala que estarían saqueando la madera.

“Ellos dijeron que iban a desmontar hasta el arroyo en unos 15 días más, pero están haciendo negocio con los bienes de la comunidad y eso no es lo que nos preocupa, sino que están dañando el ambiente. En varios camiones han sacado varios pancles de tablas de madera de 2.50 de 1.50 y la llevan a vender a Naupan. También sacaron cintas y tijeras de las que usan los albañiles. No han dejado nada para la población”, agregaron.

Quienes han cortado los árboles les dijeron que tienen un permiso que obtuvieron en la oficina de la “forestal” que está en la colonia La Mesita, de la cabecera municipal de Huauchinango, pero aclararon que el documento sólo autoriza el corte de un macizo y establece que debían sembrarse cuatro arbolitos para reponer el daño causado en el área, pero esto tampoco lo han cumplido.

Los pobladores pidieron que las autoridades encargadas de investigar estos hechos se acerquen a a Cuauxinca y se castigue a los responsables porque aseguraron que a cambio de “mil pesos por cada árbol” el presidente auxiliar Genaro Martínez quieren cortar más. “Dice que ahorita que es el jefe, va a acabar de desmontar esos árboles. Si quiere uno, se lo damos. Si tiene necesidad, también. Así se ha ayudado a varios vecinos. Pero no desmontar 2 o 3 hectáreas como ya hizo y siguen tumbado”.

Añadieron que de cada árbol cortado han sacado entre 15 y 20 docenas de tablones. Que los cortadores que han llegado con una moto sierra, tardan dos días en despedazar un palo. “Genaro le cobra dinero al que quiere un árbol, unos mil pesos. Y dice ya nada pasó y él los tapa y quiere más y no se llena”

Los denunciantes explicaron que los árboles talados eran antiguos y de gran tamaño. “Son grandes. Los troncos no se abrazaban entre dos o tres hombres. Yo me acuerdo de ellos desde que era niño. Ahí crecimos, leñando y buscando hongos. Tenían de alto como 40 metros. Ya eran ocotes, cuando nosotros éramos niños”.