Tehuacán, Pue.- Los curas de la diócesis de Tehuácan también son blanco de la delincuencia, ya que en los últimos tiempos han sufrido extorsiones, amenazas y robos en los templos a su cargo, aseguró el obispo Rodrigo Aguilar Martínez, aunque no precisó cifras.

Recordó que el pasado 15 de octubre fue asesinado el sacristán del templo de Guadalupe en San Gabriel Chilac, durante un intento de asalto a ese inmueble, sin que hasta el momento se haya detenido a sus victimarios a pesar de la indignación que ocasionó el caso.

Explicó que situaciones de este tipo han hecho que los sacerdotes aumenten las medidas de seguridad en las iglesias y en su trabajo diario.

Es cierto que los sacerdotes tienen que movilizarse en la zona que deben atender, por ello están atentos a dónde, cómo y a qué hora se trasladan, porque regularmente hacen el viaje solos y en cualquier momento pueden quedar a merced de los delincuentes, situación que llega a ser parte del riesgo por recorrer sus comunidades, añadió.

Aguilar Martínez dijo que una de las opciones consideradas para reducir los robos en los templos es vigilarlos con cámaras de video, lo que se antoja poco probable debido a que el costo sería elevado y las instalaciones complejas.

Además señaló que la sociedad debe reestructurar su tejido social para evitar la delincuencia, porque no se trata de allegarse de “armamento y seguridad”.

De cualquier forma destacó que una de las ventajas en la región es que la gente se conoce entre ella, por lo que fácilmente pueden detectar cuando hay una persona extraña, lo que permite prevenir algunos delitos.