Huauchinango, Pue.- Tras confirmarse la presencia de jaguares en el Área Natural Protegida (APN) Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa, particularmente en algunas barrancas del municipio de Zihuateutla, la Conanp inició la capacitación de pobladores de las zonas rurales para la conservación de la especie, dio a conocer Eric Ramírez Bravo, de la asociación Creanatura.

Con seis años de trabajo en la región, Ramírez Bravo indicó que el APN Cuenca del Río Necaxa es por lo menos un lugar de tránsito de la especie, pero además se han hallado otros felinos que,  al igual que el jaguar se encuentran en peligro de extinción, como el ocelote, el jaguarandí o el tigrillo.

Este año, se logró que 3 mil 500 kilómetros cuadrados de la APN sean considerados como “área prioritaria para la conservación e investigación del jaguar”, agregó.

Precisó que en algunos lugares cercanos el pueblo de Telolotla, en Zihuateutla, se han encontrado huellas, hay gente que lo ha escuchado y que lo ha visto, “lo que creemos es que por el nivel del fragmentación del área, es una zona de paso más que una población residente. Si hubiera una población residente sería de muy baja densidad, es decir un jaguar por cada 100 o 180 kilómetros cuadrados. Es decir muy poquitos porque la especie necesita territorios muy grandes para su supervivencia”.

Los felinos están transitando o viviendo en las zonas más boscosas, como las barrancas, aunque son muy sigilosos. “Hemos puesto cámaras para buscar jaguar, se ha encontrado pero la gente que habita en los alrededores, ni sabía. Puede pasar desapercibido”.

Sin embargo, consideró Ramírez Bravo, es importante que los pobladores sepan en primer término que hay jaguares y que no le deben tener miedo, porque “no ataca, no son peligrosos” y además que conozcan las opciones de desarrollo que puede haber para la convivencia con la especie “porque finalmente quienes deciden si algo se conserva son las comunidades”.   

En diciembre del 2013 la Semarnat y la Conanp colocaron cámaras para acreditar que existe el corredor biológico del jaguar y estar en posibilidad de obtener recursos federales para su conservación.

Además se informó a los asistentes a la plática que impartió Ramírez Bravo que podrían acceder a un Seguro de Ataque por Depredadores (SAD), para compensar la pérdida de bovinos, ovinos y caprinos, debido a que de manera excepcional los felinos pueden dañarlos al no contar con su alimento ordinario. 

Para acceder al seguro financiado con recursos de SAGARPA, los afectados deben reunir una serie de requisitos y evitar mover los restos del animal y si es posible tomar fotografías del ataque.

Semarnat extiende permisos de cacería

Por otra parte, habitantes de la junta auxiliar de Teopancingo en Huauchinango denunciaron que la  Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) ha extendido permisos para la cacería “de manera irregular” con los que algunas personas han depredado animales que están en peligro de extinción y en lugares en que no está permitida la actividad.

Los habitantes de la comunidad ubicada en la zona alta de Huauchinango señalaron que es común ver a un par o trío de personas por los alrededores que van “armados y en busca de conejos, ardillas, cacomixtles o zorras para cazarlos”.

Señalaron que al increparlos, les han mostrado permisos para portar las armas y las licencias que proporciona la Semarnat para la caza, sin embargo en los permisos no se especifica qué animales que pueden cazar y tampoco la zona en la que pueden hacerlo.

Dieron a conocer que de los animales que se cazan, ya son pocos los que se pueden ver en la demarcación, pues pese a que es un área boscosa, la fauna  es cada vez más escasa.

Hasta el momento –dijeron-, no han tenido algún acercamiento con personal de la Semarnat para disipar sus dudas y tampoco con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), sin embargo consultaron el caso con empleados de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), quienes les dijeron que intervendrían para verificar esas condiciones.

La gente de la comunidad señalada está preocupada debido a que en Teopancingo se encuentra una Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAs), se trata de un “venadario”, en donde está reproduciendo “con muchas dificultades y limitaciones, el venado de cola blanca” y temen que no sea respetada ni esa fracción de terreno y animales.

Los inconformes pidieron la intervención de las autoridades competentes para frenar estas prácticas con el fin de preservar la fauna silvestre que habita en el bosque de niebla.

Sobre el venadario, explicaron que es un proyecto que tiene la mira de conservación y de promoción turística de la región, pero han tenido varias limitaciones y una de las principales es la falta de un técnico y médico que les asesore de manera profesional sobre el tema.

Señalaron que en seis años, solamente han nacido tres venados en la zona y aunque se han dado cuenta que el periodo de gestación de los animales es de aproximadamente cuatro meses, no tienen el equipo para el monitoreo. “Cuando vemos ya está una nueva cría y a veces no les damos los cuidados médicos necesarios”, dijeron.

El personal de la Conanp ha proporcionado asesoría, pero consideran que aun así es insuficiente: “se nos han muerto venados atorados en la tela de alambre porque hay perros salvajes, que no pueden entrar al terreno pero sí espantan a los rumiantes y por ser muy nerviosos, se asustan y quedan muertos en la cerca”.