Huauchinango, Pue.- La crisis económica también afectó el festejo de Todos Santos pues a decir de algunos comerciantes locales “cada año son menos los clientes que compran en abundancia para ofrendar a sus muertitos y no es por falta de ganas, es la falta de dinero la que ha hecho que el altar sea cada vez más raquítico”. 

Un gasto de entre 3 mil y 5 mil pesos es el que hicieron algunos serranos para esperar a los fieles difuntos durante esta fiesta tradicional en la que lo mismo ofrendaron frutas, verduras y aves de corral que son demandados para estas fechas, indicó Andrés Pérez, comerciante mayorista de la junta auxiliar de Cuacuila. 

Señaló que aunque él no es vendedor de flores para el altar, como cempasúchil o mano de león,  sí sabe que el precio de las mismas fue inestable en este año. “Unos rollos regulares que entre el miércoles y viernes costaban 100 pesos, este sábado 1 de noviembre se contizaban en 40 y hasta 30 pesos. Se hizo el remate a un precio desesperado porque ya es muy difícil que se venda a la mitad de Todos Santos”, expresó. 

Aún con los precios altos, el olor de la fiesta se esparcía las calles de Huauchinango, sobretodo en algunas colonias populares. El copal, las flores típicas para el adorno y la sazón de los moles, el pascal y el melado del arroz con leche y otros dulces de frutas se percibieron como parte de la celebración. 

Laura Godínez y Heliodora Fonseca, ambas habitantes de la cabecera municipal, hablaron sobre el costo que representa para cada familia la celebración a los difuntos. “Si es que se hace la fiesta bien, como se acostumbra, considerando la compra de flor, el guajolote para el mole y un surtido de frutas, el costo puede ir entre los 3 mil y los 5 mil pesos, y eso con una celebración limitada,  porque si colocamos todo el adorno y se invita a la familia para convidarles sin medida, como debería de hacerse, pues el costo se dispararía demasiado”, expresaron.

Para Helidora Fonseca en la actualidad hay mucha gente que ya no se “atreve” a colocar una ofrenda adornada con todo y su altar, “porque simplemente ya no alcanza, no es porque nuestros muertos no se lo merezcan, es que de lo que se ocupa ya está todo por los cielos en cuento a sus precios”, dijo. 

Agregó que ahora la gente se limita a colocar una ofrenda sencilla, con sus veladoras, agua, pan y un poco de flor “para que no se vea triste lo que se comparte con los muertitos. Lo importante es que no se dejen pasar estas fechas que, para las familia que tenemos poco para el ofrecimiento, no se pase de largo y nos hagamos los occisos para no ponerle nada a nuestros seres que ya se nos adelantaron”, recomendó.