• Opinión

La diferencia de ser americano

  • Erika Nieto
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Uno de los principales periódicos de todo el mundo, The New York Times, con sede en la ciudad estadunidense de Nueva York trabaja, desde hace más de un mes, en una serie de reportajes en el que se demuestra la forma en cómo la migración latina ha cambiado algunos rasgos de la vida en Estados Unidos, le llaman “The Way North” (el camino hacia el norte) a través de un viaje que cruza la carretera Interestatal 35 que cruza desde Nuevo Laredo, Texas hasta lugares como Duluth, Minnesotta, frontera con Canadá.

Como parte de esta serie de recorridos, los reporteros del New York Times Damien Cave y Todd Heisler, narran la experiencia de diferentes personas que lograron la ciudadanía estadunidense, muchos de ellos de origen mexicano.

Y es que uno de los alcances que contempla el sueño americano para muchos migrantes es poder, en algún momento de su vida en Estados Unidos, ser nombrado “ciudadano americano” pues los beneficios de vivir en aquel país se triplicarían.

En el trabajo periodístico que realiza este diario y que puede ser consultado en el siguiente link: http://www.nytimes.com/interactive/2014/us/the-way-north.html?_r=0#p/1 migrantes de origen mexicano aseguran que contar con documentos para radicar en la unión americana se refleja en mayor tranquilidad para ellos y sus familias, en un trabajo mejor remunerado, en mayores oportunidades de educación para sus hijos y en la posibilidad de visitar sin enfrentar los peligros del cruce, a sus familiares en México.

Sin embargo, también hay derechos que cumplir al lograr la ciudadanía estadunidense, como se describe en este interesante reportaje, pues es ingresar formalmente a una economía que es estricta, con un modelo estable, justo, equitativo y hasta benevolente, respetando y adaptándose a sus reglas y exigencias.

Puebla de migrantes

Actualmente nuestro estado tiene uno de los primeros lugares, luego de los estados del norte de la república, en cifras de mexicanos que toman la decisión de cruzar la frontera en busca de mejores oportunidades de vida, sobre todo, laborales.

Lo anterior hace que en miles de familias poblanas existan una o varias historias, de éxito o fracaso, que ya se cuentan, de familiares radicando en la unión americana, incluso desde hace más de una o dos décadas.

Entre estas historias exitosas que se cuentan en tierras poblanas están las de migrantes que ya cuentan con la ciudadanía estadunidense y una economía favorable, después de años de esfuerzo y trabajo duro, incluso que cuentan con un importante reconocimiento como trabajadores emprendedores.

Poblanos originarios de la mixteca y centro del estado, por ejemplo, son empresarios exitosos en el ramo de la tortilla, la mezclilla, el nopal, los restaurantes de comida mexicana, así como en organizaciones de ayuda migrante o en medios de comunicación y todos ellos han logrado la ciudadanía estadunidense y hoy cosechan estos esfuerzos.

La otra cara de la moneda

Desafortunadamente también están las otras historias, las que no son de éxito rotundo, las que luego de décadas de vivir y trabajar en algún estado del vecino país del norte están con la esperanza de que el actual gobierno de Barack Obama cumpla el sueño de millones con una nueva amnistía.

Poblanos que tienen a familias enteras radicando allá desde hace más de 20 años, con hijos o nietos nacidos en Estados Unidos y que no descartan la posibilidad de regresar a casa el próximo año, con todas las dificultades que esto implica.

De ahí que muchos mexicanos que han sido deportados en las ya conocidas redadas de ese gobierno se vieron obligados a dejar a sus hijos, ciudadanos americanos, en Estados Unidos, a cargo de algún familiar que cuente con la residencia o con amigos, ante la imposibilidad de sacarlos del país, al que ellos ya pertenecen.

 

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