Tlahuapan, Pue.- Integrantes de la asociación civil Organización Ciudadana para la Unidad, Progreso y Conservación (OCUPC), pidieron la intervención de las autoridades ambientales a fin de que puedan intervenir y se termine con la tala de árboles de la zona boscosa de la comunidad de San Juan Cuauhtémoc, junta auxiliar de Tlahuapan.

La petición se da luego de que el comisariado ejidal a cargo de  esta comunidad, está concretando el cuarto aprovechamiento forestal, cuando  por periodo se autorizan únicamente tres, así lo manifestó Germán García Landeros, presidente de esta agrupación, quien detalló que la devastación de árboles ha generado incluso la desaparición de dos nacimientos de agua ubicados en la zona conocida como Lodo Grande que se encuentra dentro de la zona boscosa.

El presidente de la Ocupc señaló que este hecho haya motivado que desde el pasado 2 de abril se interpusiera una denuncia ante la Procuraduría Federal para la Protección al Medio Ambiente (Profepa) y la Secretaria  del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), sin embargo y a tres meses de que fue presentada la queja la Profepa se ha negado a emitir algún pronunciamiento, lo que sin duda a despertado su preocupación tomando en cuenta que la tala continua.

García Landeros refirió que se requiere que ambas dependencias supervisen realmente como se lleva a cabo la tala, debido a que cuando un árbol que cae derriba a otros árboles que apenas están creciendo, lo que incrementa el riesgo de ir perdiendo esta zona boscosa que cubre una superficie superior a las mil 800 hectáreas.

En este contexto detalló que aunque para los aprovechamientos forestales se debe hacer uso de árboles enfermos o viejos, lo cierto es que el comisariado ejidal a cargo de Aurelio Ventura Wuenses, ha venido autorizando el derribe de árboles sanos, bajo el argumento que se sanea el bosque.

A su vez Jorge Sánchez Landeros, quien forma parte de los ejidatarios inconformes, mencionó que lo mejor sería que se frenara de manera definitiva la tala dentro de esta área, tomando en cuenta que la comunidad no ha recibido algún beneficio económico de la explotación de los recursos naturales.

Explicó que durante el derribe de los árboles se daña severamente a la naturaleza, tomando en cuenta que se hace un sobre aprovechamiento de este recurso cuyo remanente podría no estar siendo reportado al cien por ciento.

Sánchez Landeros dejó en claro que tanto la Profepa como la Semarnat están obligados a supervisar el manejo de los recursos naturales, sin embargo, a la fecha parece que las demandas no importan.

Por su parte, Salomón Sánchez Domínguez coincido en que es necesario que estas dependencias y sobre todo la Semarnat, que es la responsable de autorizar estos aprovechamientos, analicen realmente lo que firma y no hacerlo sin medir el daño ambiental que se provoca con estos permisos.

Bajo este contexto, el ejidatario urgió a las autoridades del orden estatal y federal a intervenir antes de que la inconformidad que existe dentro de la comunidad de San Juan Cuauhtémoc, tome dimensiones de consecuencias lamentables e incluso haya derramamiento de sangre, concluyó.

Por lo anterior los integrantes de esta organización y algunos ejidatarios piden y confían que tanto la Profepa y Semarnat puedan intervenir y finalmente regular esta situación que ha causado la escases de agua dentro de la comunidad.

Durante un recorrido que municipiospuebla.com.mx realizó por la zona boscosa de esta comunidad se pudo verificar la gran cantidad de árboles que  fueron derribados y muchos otros que tiene la “marca de la bestia”, como le llaman los ejidatarios al distintivo que se les coloca a los árboles que habrán de ser talados.

El arrastre de los enormes troncos, cuyo peso oscila en los 500 kilos, podrían incrementar el riesgo de la desaparición de la zona boscosa, ya que los taladores abren grandes brechas donde crecen árboles nuevos los cuales difícilmente podrán crecer.