Izúcar de Matamoros, Pue.- Caminar por la región y no encontrar una cruz de pericón en la puerta de una casa, en un auto o hasta en una bicicleta es casi imposible, y es que los católicos afirman que con ella se protegen del demonio cada 29 de septiembre.

Las flores de yauhtli, pericón o amarillas, son empleadas por miles de familias que siguen una tradición alentada por la leyenda de San Miguel Arcángel.

Y es que la creencia afirma que durante un día el diablo es dejado en libertad, y que en su pelea con San Miguel busca entrar a cualquier lugar que no se encuentre protegido, de ahí que las cruces de pericón sean muy apreciadas para evitar su ingreso.

Otra versión afirma que los ángeles que riegan los cultivos y controlan las inundaciones entienden que cada cruz es puesta por alguien como símbolo de protección de su cosecha, evitando con ello el hambre de las familias.

Ivonne Mangares se dedica cada año a venderla. Afirma que al llegar la fecha se acaba dos pacas debido a que la gente las busca para sus hogares.

Cada manojo cuesta entre 10 y 50 pesos, dependiendo del municipio donde sea adquirida.

La deforestación hace más difícil encontrarla

La tala de árboles, la escasez de agua y hasta los problemas ambientales hacen más complicado encontrar el pericón.

“Antes ibas al monte y rápido lo cortaba uno, ahora si nos cuesta más trabajo encontrarlo, hay que ir más adentro en la Mixteca”, señalan algunos de los comerciantes entrevistados.

Por ello tienen temor de que la tradición se pierda poco a poco, no por las creencias de la gente, sino por la falta de flores.

*Con información de Lidchy Cano y Yessica Ayala