De acuerdo con una investigación publicada en la revista Nature Astronomy, meteoritos gigantes pudieron haber contribuido a la formación de la superficie de la Luna.

El grupo de científicos realizó una nueva investigación de una roca única recolectada por los astronautas de la NASA durante la misión de Apolo 17 a la Luna de 1972.

Y con base a la evidencia mineralógica, esta se formó a temperaturas increíblemente altas (más de 2300 ° C / 4300 ° F) lo cual solo se puede lograr mediante la fusión de la capa externa de un planeta en un evento de gran impacto.

Los investigadores llegaron a la conclusión de que la fase de zirconia cúbica de alta temperatura debe haberse formado antes de este tiempo, lo que sugiere que los grandes impactos fueron críticamente importantes para formar nuevas rocas en la Luna temprana.

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