Me empezó a manosear adentro de la blusa, de mis bragas, se pasó a la parte de atrás y en medio de gritos se me empezó a bajar el pantalón, y luego el bóxer.

Me pidió que le terminara de bajar el pantalón y el bóxer y que le hiciera sexo perotenía asco y empecé a llorar.

Me dijo que no llorará, si no me iba a matar, me iba a pegar.

Yo intenté controlarme porque tenía miedo de que me matara, me estaba lastimando mucho y me gritaba.

Lo anterior, es parte de la narración que hizo a través de redes sociales Osiris, una joven de 19 años de edad, quien el pasado 25 de julio tras solicitar un vehículo Uber y abordar un vehículo de servicio ejecutivo en Guadalajara fue violada en más de una ocasión.

Recientemente subió a redes sociales su testimonio.

Después de la primera violación, la siguió amenazando, justificó que lo hacía porque su novia lo había engañado con su mejor amigo.

Sin embargo, antes de liberarla, nuevamente abusó de ella, terminó en su boca y así la victima pudo conservar el ADN para demostrar que había sido violada.

La valiente joven, después de someterse a todos los exámenes de la Fiscalía, que iniciaron con laa pregunta ¿Tomaste? ¿Te drogaste?, llegó a su casa.

Me metí a bañar, pero olía a él, dejó impregnado su olor en mi piel, describe con lágrimas en los ojos y tono de desesperación.

Tras una larga narración, Osiris de apenas 19 años de edad, pidió a otras víctimas de abuso sexual denunciar los hechos ante las autoridades, para evitar que más mujeres o niños, incluso hombres, enfrentan la brutalidad de una violación y sus secuelas.

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